Semana Grande

Guillermo Hermoso y Talavante, a hombros en un poco justificado derroche orejero

La última corrida de la Semana Grande de San Sebastián se vio marcada por la generosidad del público y el palco presidencial

SAN SEBASTIÁN, 16/08/2025.- El rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza (d) y el diestro Alejandro Talavante (i) salen a hombros este sábado tras el tercer festejo taurino de la Semana Grande de San Sebastián. EFE/Javi Colmenero
Tercer festejo taurino de la Semana Grande de San SebastiánJavi ColmeneroAgencia EFE

El rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza y el matador Alejandro Talavante salieron a hombros al final de la corrida de toros que cerró este sábado el abono de la Semana Grande de San Sebastián, en la que se cortaron hasta ocho orejas en un muy generoso derroche de trofeos no siempre justificado.

Entre tan desmedida pañolada se llegó incluso a dar el caso de que las dos faenas premiadas con las dos orejas -la de Hermoso al primero y la de Talavante al último- no fueron ni las mejores ni las más meritorias de una tarde en la que, por encima de lo artístico, destacó el buen juego que ofrecieron los toros de Zalduendo para la lidia a pie.

Dos de ellos, el lote más completo, le correspondieron a Alejandro Talavante, que les hizo dos largas faenas insustanciales en lo fundamental y redundantes en el adorno, dejando sin apurar la enclasada nobleza de unos "zalduendos" que pedían mucha más intensidad y compromiso en el embroque y en el trazo de los muletazos.

Si, a base de ligeros medios pases, el extremeño estuvo muy por debajo del terciado y muy humillador tercero, del que ya obtuvo una oreja de poco peso, tampoco cuajó al sexto, más armado y que repitió con transmisión y recorrido unas embestidas que nunca ahondó en tandas de pases cortas y no menos ligeras, antes de darse a los alardes y adornos de cara a una la galería que le premió con holgada magnificencia.

Y aunque José María Manzanares no aprovechó como requería su dócil y algo flojo primero, con el que no llegó a apretarse salvo en la sensacional estocada con que lo tumbó de manera fulminante, el alicantino al menos firmó la faena de a pie más interesante con un quinto que manseó de salida y acabó rajándose, pero que aun así nunca dejó de bajar el hocico a la arena con cierta calidad.

La clave del trasteo estuvo en el hecho de que Manzanares le ayudó a romper hacia adelante en la primera parte del trasteo, a base de dejarle los vuelos de la muleta siempre ante los ojos para empalmarle los pases con temple y acierto, aunque el de Zalduendo acabara por conseguir su deseo de refugiarse en tablas.

No le llevó la contraria el de Alicante, sino que allí donde quería el animal le redondeó con vistosidad hasta cobrar otro gran espadazo, sin un efecto tan rápido como el anterior, ejecutando con brillantez la suerte de recibir. Hubo así pañuelo blanco para Manzanares en sus dos turnos, pero esas sendas orejas, a tenor del reglamento vasco, no fueron suficientes para que pudiera acompañar a hombros a sus compañeros ni en tarde de tanto derroche.

Del mismo modo, aunque se llevara el doble trofeo del que abrió plaza, un terciado "murube" con poco gas y con el que no se terminó de ajustar, lo mejor de la actuación a caballo de Guillermo Hermoso llegaría con el cuarto.

Fue este otro toro de El Capea un ejemplar grandón y basto que manseó y se frenó de salida para, al sentir el primer rejón de castigo, reaccionar después con fuertes arreones hacia las tablas que pusieron en algún apuro al joven jinete navarro.

Pero todo se solucionó en cuanto sacó al ruedo donostiarra a "Berlín", el valiente caballo que lidera su cuadra y con el que fue templando con maestría, a base de encelarlo y consentirlo con la grupa, las reacciones del manso, para llegar incluso a banderillearlo con más frontalidad y a clavarle banderillas cortas a dos manos.

La cuestión es que, al no caer éste pronto tras un otro rejonazo contrario y tener que usar el descabello, el premio se quedó en la mitad y cayendo, sin distinción, en el mismo saco de orejas al peso que fue la última corrida de la feria donostiarra.

FICHA DEL FESTEJO:

Sábado 16 de agosto de 2025. Plaza de toros de Illumbe, San Sebastián. Tercer y último festejo de abono de la Semana Grande, con algo menos de media entrada (unos5.000 espectadores) en tarde calurosa bajo la cubierta del coso

Toros de El Capea, despuntados para rejones, terciado y manejable el primero y basto, voluminoso y manso el cuarto, y cuatro de Zalduendo, de justa presencia, bajos de agujas y correctamente armados, que dieron tuvieron nobleza, duración y calidad en sus embestidos, incluido el rajado quinto.

El rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza, con chaquetilla cobalto: rejonazo contrario (dos orejas); rejonazo contrario y descabello (oreja).

José María Manzanares, de azul noche y oro: estocada (oreja); estocada y dos descabellos (oreja).

Alejandro Talavante, de negro y plata: estocada trasera tendida (oreja tras aviso); estocada trasera tendida (dos orejas tras aviso).

Siguiendo las pautas del reglamento vasco, sólo Hermoso y Talavante salieron a hombros. Entre las cuadrillas, Diego Vicente y Manuel Izquierdo saludaron tras banderillear a quinto y sexto, respectivamente.