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Los "juampedros" ya esperan en los corrales para el duelo entre Talavante y Ginés

Aunque la decepción ganadera de este ciclo pilarico es inocultable, el público maño sigue asistiendo en masa con la esperanza de un giro a favor en cuanto a bravura
Imagen de archivo de la Plaza de toros de Zaragoza / EFElarazon
La Razón

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Ni la variada corrida de Palha, ni el bravo "Guajiro" de El Pilar lidiado ayer en La Misericordia, que permitió a Emilio de Justo salir a hombros por la puerta grande, han conseguido tapar el fiasco ganadero que sobrevuela la actual edición de la última feria de primera categoría de la temporada española: la de El Pilar de Zaragoza. Y no solamente hablamos del comportamiento de los astados, sino también de su presencia, que este año está dejando mucho qué desear y que ya ha generado no pocas polémicas matinales en los corrales de la plaza.
Sin embargo, aunque muy descontento por esta situación, el público sigue respondiendo en los tendidos sin perder la esperanza de un útimo giro en los acontecimientos. Por eso hoy los ojos están puestos en los toros de Juan Pedro Domecq que ya aguardan en los chiqueros, sorteados, para que la feria se venga arriba en el último de los festejos a pie del abono maño. Lo cierto es que el emblemático hierro sevillano, después de quedarse fuera del abono hispalense, ha dado suficientes razones durante la temporada para pensar en que pueda ser así, basta recordar la excelente corrida de toros, por presencia y juego, que llevó a la pasada feria de San Isidro. Sin embargo, habrá que esperar hasta que ruede "Socarrón", nº 188, que se lidiará en sexto turno, para sacar conclusiones.
Frente a ellos estarán Alejandro Talavante y Ginés Marín, en mano a mano. Talavante recogió el testigo del ledionado Morante de la Puebla como uno de los pilares de la feria, pero su actuación el día anterior, con los toros de El Pilar, no terminó de ser redonda, tanto por el juego de los toros, como por su desempeño frente a ellos. Tedrá pues, esta tarde, una segunda oportunidad y tres toros para cerrar su temporada en triunfo. El extremeño necesita cambiar el sino de una temporada irregular, en la que sólo ha mostrado algunos esbozos del nivel que alcanzó antes de su retiro temporal.
Por su parte, el joven Ginés avanza firme en su crecimiento, con grandes triunfos a sus espaldas, pero con un final de temporada en el que se ha visto con menos frescura. Un triunfo en Zaragoza le dejaría en una posición inmejorable de cara a la siguiente temporada.