Mario Palacios, cogido de forma espeluznante; y Alejandro Conquero recibió el alta
El diestro extremeño fue llevado inconsciente a la enfermería de la plaza de Marchamalo, de donde se trasladó al Hospital Universitario de Guadalajara, donde permanece en observación
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El verano no termina y los percances se siguen produciendo en las plazas de toros. Ayer la moneda cayó en cruz para Mario Palacios. Fue en Marchamalo (Guadalajara), durante de la lidia del sexto toro de la tarde, cuando el extremeño realizaba un galleo por chicuelinas y fue feamente enganchado y volteado por el toro, con la mala suerte de caer aparatosamente sobre el cuello. Del golpe, Palacios quedó inconsciente sobre la arena, tragándose la lengua y quedándose sin respiración. Inmediatamente, su compañeros y subalternos llegaron a socorrerlo y le llevaron rápidamente a la enfermería en momentos de verdadera angustia.
Tras ser estabilizado y operado de una cornada de 10 cm. en la cara posterior del muslo derecho en el quirófano móvil instalado en la plaza de toros, Mario fue trasladado al Hospital Universitario de Guadalajara, donde se le practicó un escáner con el que se descartaron lesiones en cráneo y vértebras cervicales. Sin embargo, el extremeño permanece en observación durante 24 horas desde ayer, a la espera de que no haya alguna complicación.
Las buenas noticias llegan desde el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, donde se encontraba ingresado el onubense Alejandro Coquero desde el pasado lunes 14 de agosto, cuando el torero resultó gravemente herido en la zona perianal en la plaza de toros de Cenicientos.
La cornada, una de las más fuertes de lo que va de temporada, resultó ser limpia y no afectó al recto ni a órganos importantes, lo que permitió su pronta recuperación. El onubense abandonó el centro hospitalario este domingo 20 de agosto y se ha trasladado a su domicilio para continuar con su restablecimiento.