Obituario

Muere Julio Presumido, mayoral histórico y alma del hierro de Victorino Martín

Su vida estuvo ligada al hierro de la “A coronada”, donde forjó una etapa gloriosa junto al ganadero de Galapagar

Detalle del crespón negro que se han colocado esta tarde los diestros
Detalle del crespón negro que se han colocado esta tarde los diestroslarazon

El mundo del toro llora la muerte de Julio Presumido, histórico mayoral de la ganadería de Victorino Martín, cuya figura quedará para siempre unida a la grandeza del mítico hierro de la “A coronada”. Presumido, que ejerció como mayoral desde 1976 hasta su jubilación en 2001, fue mucho más que un trabajador de campo: fue el alma silenciosa que acompañó los años de gloria de una de las ganaderías más emblemáticas de la historia moderna de la tauromaquia.

Su incorporación a la casa de Victorino se produjo en julio de 1976, primero en las tierras de Galapagar y más tarde en la finca cacereña de “Las Tiesas de Santa María”. Desde ese momento, su nombre quedó íntimamente ligado a los toros que marcaron época en las plazas más importantes del mundo. Durante más de dos décadas, Presumido fue guía, maestro y custodio del toro bravo, contribuyendo al prestigio que Victorino Martín Andrés supo consolidar en lo más alto de la Tauromaquia.

Entre los hitos vividos durante su trayectoria destaca el año 1982, cuando Victorino Martín alcanzó la cima del toreo gracias a lidiadas que hicieron historia. Presumido fue pieza indispensable de esa etapa dorada, demostrando un profundo conocimiento del comportamiento del toro bravo y un carácter que lo convirtió en leyenda entre ganaderos, compañeros y aficionados.

El comunicado oficial de la ganadería ha querido expresar el sentir de la familia y de toda la afición: “Hoy amanecemos con la triste noticia del fallecimiento de Julio Presumido, quien fue nuestro mayoral y persona muy querida para nosotros. Nuestro más sentido pésame a la familia y amigos. El coso eterno se viste de gala para recibirte y grandes amigos y tu esposa te estarán esperando con mucho cariño. ¡Buen viaje amigo! D.E.P.”.

El legado de Julio Presumido no se mide solo en años de trabajo, sino en la huella imborrable que dejó en el campo bravo, donde supo transmitir respeto, conocimiento y pasión por el toro de lidia. Para muchos, fue la voz que mejor entendía el carácter de aquellos animales legendarios que dieron fama a la ganadería de Victorino.