Buscar Iniciar sesión

Murió Federico Navalón "El Jaro", figura del toreo de plata

El torero madrileño, que destacó como matador antes de hacerse un importante nombre como banderillero
Detalle del crespón negro que se han colocado esta tarde los diestroslarazon
La Razón

Creada:

Última actualización:

El toreo está de luto tras la muerte de Federico Navalón, más conocido como "El Jaro", quien falleció este jueves en Madrid a los 80 años. El veterano banderillero no pudo superar las secuelas de un ictus sufrido recientemente, dejando atrás una vida dedicada al toreo y a la defensa de los subalternos. Su apodo, "El Jaro", lo acompañó desde sus inicios debido al color rojizo de su cabello, y terminó por convertirse en sinónimo de respeto en los ruedos.
Navalón nació en 1944 y desde joven mostró su pasión por el toreo, debutando con picadores en San Sebastián de los Reyes en 1965. Su camino como matador le permitió pisar plazas importantes, como Las Ventas y Bilbao, en una temporada clave en 1966. En 1968, en la plaza de Vitoria, tomó la alternativa y cortó una oreja del toro "Zancudo", de Ana Romero, pero su futuro no estaba en el traje de oro. Apenas dos años después, decidió cambiar el oro por la plata y dedicarse a ser banderillero, donde verdaderamente dejó su legado.
Como torero de plata, "El Jaro" fue un referente en las cuadrillas de grandes figuras como Antoñete, Espartaco y El Soro. Su manejo del capote era una verdadera obra de arte, y su habilidad en la lidia lo convirtió en un subalterno muy valorado. Además de su trayectoria en el ruedo, Navalón desempeñó un rol fundamental como secretario general de la Unión de Banderilleros y Picadores, defendiendo los derechos de sus compañeros en momentos cruciales, como la huelga de 1983, que marcó un antes y un después en la organización de los subalternos.
Hacia el final de su carrera, continuó sumando tardes memorables. En 1995, se unió a la cuadrilla de José Ortega Cano, con quien trabajó durante cinco temporadas hasta su retirada en 1998. Su estilo clásico y entrega total en cada tarde lo hicieron merecedor del reconocimiento general, tanto de compañeros de profesión como de la afición.
Los restos de Federico Navalón serán velados a partir de este viernes en la Sala 14 del Tanatorio de la M-30 en Madrid, y el sábado se llevará a cabo su entierro en el Cementerio Sur. Con su partida, el mundo del toro despide a uno de sus grandes, un hombre que dedicó su vida al toreo y que seguirá siendo recordado como un torero de plata con alma de oro.