Domingo de Resurrección

Ni la oreja de ley de un maduro Román derritió la gélida tarde madrileña

Aurelio Cruz brilló con un gran tercio de varas al sexto de una interesante corrida

Ni la oreja de ley de un maduro Román derritió la gélida tarde madrileña
Ni la oreja de ley de un maduro Román derritió la gélida tarde madrileñaPlaza 1

La tarde no invitaba más que a quedarse a resguardo en casa, el frío helaba Madrid. Sin embargo, los toros llaman y las fotos de los de Pedraza de Yeltes despertaban la curiosidad. Eso y, por supuesto, un cartel de jóvenes que citaron en Las Ventas a cerca de seis mil fieles.

No obstante, por mucho que Ángel Otero y Fernando Sánchez se empeñaran en hacernos aplaudir su buen tercio de banderillas al primero, justo antes de que Román, en presencia de Francisco de Manuel, le confirmara la alternativa a Manuel Dias Gomes, aquello parecía el Ártico. Y eso que obedeció el noble primero en su corto viaje, pero al vertical y pulcro concepto del portugués le faltó la apuesta que subiera la temperatura de la que careció su faena. Aun así, dibujó varios naturales sueltos de buen trazo.

Tampoco prometía nada la falta de fuerza del segundo, que se dejó la poca que traía en el caballo, pero se movió con ritmo en las enclasadas verónicas del quite de De Manuel. Lo vio claro Román que, a pesar del vendaval, se fue a los medios para alegrar la fija y franca embestida del toro, generoso e inteligente, para meterlo en la muleta, medirlo y afianzarlo al mismo tiempo. Hubo pausa y temple medicinales. Fue después cuando pudo de verdad exigirle al toro e hizo rugir al tendido con dos series soberbias de naturales bajos y rotundos, tan largos como hondos y entregados, agradeciendo el toro tan buen trato. El espadazo certificó una oreja de ley, de esas de torero maduro.

La trastabillada movilidad sin ritmo del tercero no le puso las cosas fáciles a Francisco de Manuel que, aunque templado, apenas pudo pasarlo sin llegar a afirmarse de verdad para reunir la embestida y tratar de uniformarla, apenas un natural cadencioso y profundo, rematado en la cadera, fue el balance de su discreta labor.

De nuevo dispuesto y centrado se mostró el valenciano con el deslucido cuarto, que ciertamente acudió a los cites de Román, pero lo hizo sin entrega ni transmisión suficientes para que aquello le pudiera abrir al torero una clara opción de puerta grande. Optó Román por corregir unos defectos, tapar otros y olvidarse de su triunfo en favor de una lidia certera, una que, no obstante, emborronó con la espada.

Toda la chispa que trajo en sobrero quinto en su revoltosa salida se tradujo, tras el desastroso castigo en varas, en una embestida cortita, recta y mortecina, insulsa, con la que Dias Gomes apenas lo intentó, sin demasiado convencimiento, también es verdad.

El fijo y bravo sexto permitió uno de los momentos más vibrantes de la tarde, pues esa alegría en el galope al caballo y su forma de empujar propició un gran tercio de varas con Aurelio Cruz como protagonista. Tres puyazos tres, recios y en todos lo alto. Toreando con el caballo y echando el palo. Soberbio. Las chicuelinas del quite del madrileño subieron con fuerza, pues “Niñoso”, acudió codicioso y por abajo, también en los medios, donde le cito Francisco con la muleta después. El toro fue una brasa viva por la derecha, dos series candentes, más pausadas y encajadas las embestidas por la izquierda, por donde un par de naturales cayeron sólidos y profundos, aunque el toro pareció ir perdiendo fuelle en su entrega. Hubo sinceridad y gusto en los doblones del cierre, pero en el gélido aire quedó la sensación de que aquello mereció más. El pinchazo lo terminó de diluir todo.

FICHA DEL FESTEJO:

Domingo 31 de marzo de 2024. Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Domingo de Resurrección. Alrededor de un cuarto de entrada.

Se lidiaron cinco toros de Pedraza de Yeltes, bien presentados en sus variadas hechuras. 1º, noble; 2º, blando y bueno; 3º, de pronta movilidad; 4º, deslucido; 6º, bravo; y uno, el 5º, sobrero, de Carmen Valiente, soso.

Román, de espuma de mar y plata, aviso y estocada (oreja); y tres pinchazos, aviso, casi entera, once descabellos y aviso (silencio).

Manuel Dias Gomes, de sangre de toro y oro, estocada (palmas); y media desprendida y tres descabellos (silencio).

Francisco de Manuel, de ágata y oro, estocada tendida y aviso (silencio); y pinchazo, estocada y aviso (silencio).

Incidencias: Manuel Dias Gomes confirmó alternativa con "Alambisco", nº 3, negro listón, de 630 kilos. Ángel Otero y Fernando Sánchez saludaron una ovación tras un buen tercio de banderillas al primero. Ovacionado también Aurelio Cruz tras picar al sexto.