
Enfermería
Sergio Rollón abandona el hospital tras una cornada que casi le cuesta la vida
El joven torero inicia la recuperación en su domicilio tras semanas marcadas por el riesgo, el dolor y una lucha constante por sobrevivir

Sergio Rollón ha abandonado este viernes el Hospital Universitario de La Paz en Madrid tras pasar allí veinte días ingresado en estado muy grave. El novillero de 18 años, que sufrió una cornada brutal en la pierna durante una novillada en Valdetorres de Jarama el pasado 12 de julio, inicia ahora su recuperación desde casa, acompañado por su familia.
El percance ocurrió mientras Rollón participaba en el Circuito de Novilladas de la Comunidad de Madrid, donde llegaba como líder del escalafón. La cogida le alcanzó el triángulo de Scarpa, provocándole una herida con dos trayectorias –una lateral y otra inferior– que afectaron a la arteria y la vena femoral, desencadenando una hemorragia masiva que puso su vida en serio peligro.
Tras una intervención urgente en la UVI móvil, fue evacuado en helicóptero por el SUMMA al Hospital de La Paz, donde los médicos consiguieron frenar la hemorragia y estabilizar al torero. Fue una auténtica lucha contrarreloj en la que, como reconocen desde el entorno médico, “se obró un milagro” al salvarle la vida.
Durante su ingreso, surgieron complicaciones que mantuvieron al sector taurino en vilo: coágulos en la pierna, fiebre persistente y un nuevo susto cuando apareció un trombo en el pulmón derecho. A ello se sumó una infección bacteriana que obligó a realizarle una tercera intervención quirúrgica para drenar abscesos en la pierna y eliminar el líquido infectado.
Pese al dolor, las intervenciones y la incertidumbre, Sergio Rollón ha demostrado una fortaleza admirable. Su salida del hospital en silla de ruedas, arropado por los suyos, ha sido un momento de enorme carga emocional para quienes han seguido día a día su evolución. Es el primer gran paso hacia una recuperación que, aunque será larga, ya se vive con esperanza.
La cornada del 12 de julio dejó una profunda huella en la piel y el alma de un novillero que apenas empieza a escribir su historia en los ruedos. Hoy, el toreo respira aliviado: Sergio Rollón está en casa, vivo, fuerte y dispuesto a pelear cada nuevo día con el coraje que le caracteriza.
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