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Triunfo mayúsculo de Ventura en una gran tarde de rejones

El jinete conquistó ayer su Puerta Grande de Las Ventas número 18, historia viva

Triunfo mayúsculo de Ventura en una gran tarde de rejones
Triunfo mayúsculo de Ventura en una gran tarde de rejonesPlaza 1

Vivía ayer San Isidro 2023 su primera corrida de rejones. Con Ventura y Leonardo como testigos de alternativa de Duarte Fernandes. Inspirado estuvo el confirmante desde los primeros encuentros ante una plaza que rozó el «No hay billetes». Los rejones siguen siendo una fórmula infalible para los fines de semana de San Isidro. Aunque sea distinto al abonado de fidelidad diaria, el asistente de rejones no falla en ninguna de sus citas. De hecho, son muchas la voces que claman desde hace un año contra la reducción del número de festejos de rejones, algo inevitable por el novedoso diseño de la Feria de San Isidro.

El caballista luso fue de más a menos, exprimiendo en exceso la movilidad del astado con las banderillas largas. Tras fallar en el primer intento todo quedó en saludos. Gran impresión dejó el portugués, en quien también confía el propio Ventura, como dijo al salir a hombros de la plaza. Es uno de los rejoneadores con más futuro del escalafón. Sus banderillas en el sexto fueron un gran colofón para la tarde, aunque se complicó a la hora de matar y tuvo que echar pie a tierra, sin encontrar finura con el descabello.

Al soso segundo poco le pudo sacar Diego, quien con todo y con eso, se esmeró dando recorrido a las embestidas de su oponente. Sin alardes ni artificios dio una exhibición de temple llevando ligado al animal a la estela de la cola de su caballo por toda la plaza. El dominio es apabullante. Ventura está por encima de todo, de los que sueñan aún con verle con Pablo o los que lo hacen con verle torear en puntas. Volvió a dejar patente la formidable doma de su cuadra, llegando a tirar las riendas y toreando solo con la cintura y las piernas. Quizá un gesto interpretable como prepotente, pero que conectó con el público. Por si fuera poco, le permite una movilidad inusual con las cortas. Tras un rejón de rápido efecto, paseó las dos orejas. Deslucido quedó su intento en el cuarto de pasear la garrocha, sacándola sin ni siquiera conocer el comportamiento y la movilidad del de Carmen Lorenzo. El astado tuvo recorrido y fondo y permitió a Ventura lucirse con cada tercio, hasta firmar un momento pletórico con las cortas. Se lo pensó, pero mató a la primera con el triunfo mayúsculo ya garantizado. Una oreja. Dio la vuelta al ruedo con Nazarí, su caballo estrella. Juntos cumplen 20 años de triunfos. Se resarcía así de la corrida mixta de la primera semana de feria, en la que su trofeo pasó más desapercibido.

Se fue Diego y se fue el sol. A Leonardo le tocó lidiar con el de la resaca, de Carmen Lorenzo. Pero las tablas del extremeño pueden con todo. Supo que la faena tendría que ir de menos a más y dosificó al astado en los primeros encuentros, para lucirse después con las banderillas. Acertó con no alargarse e irse a por el rejón de muerte en cuanto los tendidos se caldearon. Pero erró en la suerte suprema y todo quedó en nada. El quinto dio el susto a los ocupantes del burladero, pero tras eso no exhibió grandes virtudes en una descafeinada tarde de Leonardo.

Las Ventas. Décima de abono de San Isidro. Toros para rejones de las ganaderías de El Capea, Carmen Lorenzo y Los Espartales. 1, sin fondo; 2, punto soso; 3, con movilidad y recorrido, pero de más a menos; 4, buen toro; 5, se arrancaba desde lejos; 6, con juego en banderillas.

Diego Ventura, rejón entero (dos orejas); rejón bueno (oreja con petición de la segunda), Leonardo Hernández, pinchazo, rejón entero (saludos); rejón entero (silencio).

Duarte Fernandes, en el día de su alternativa, pinchazo, rejón tendido (saludos), pinchazo y varios descabellos (silencio).