Tres días de entradas a 2,90 para burlar la crisis

La Fiesta del Cine regresa del 27 al 29 con el reto de superar los 1,8 millones de espectadores de marzo

Para Santiago Segura, lo más valioso del cine es su carácter de experiencia «litúrgica», la risa o el llanto en compañía, cuanta más, mejor, algo que no puede suplantar «una tableta, solo en casa». A lo largo de siete ediciones, y especialmente en las dos últimas, la Fiesta del Cine ha logrado recrear esa comunión masiva y «litúrgica» en gran parte de los cines españoles. Largas colas y lleno total mediante la fórmula más sencilla y atractiva posible: abaratar el precio de las entradas. La iniciativa regresa del 27 al 29 de este mes –de lunes a miércoles– con el reto de revalidar el éxito apabullante de la pasada edición de marzo, en la que 1,8 millones de espectadores visitaron los cines, un 15 por ciento más que en la anterior Fiesta, con hasta un 200 por ciento más de entradas vendidas que en una semana normal de proyecciones, es decir sin incentivos en taquilla.

Diversas organizaciones de la industria –distribuidores y exhibidores– presentaron ayer en la Academia de Cine la iniciativa, apadrinada por Santiago Segura y Leonardo Sbaraglia, a quienes acompañaron actores y directores de sonados éxitos de taquilla de este 2014, histórico en cuanto a cuota de pantalla: Daniel Monzón, director de «El niño», Raúl Arévalo, protagonista de «La isla mínima» o el propio Segura, realizador de «Torrente 5: Operación Eurovegas». «Esta iniciativa demuestra la fuerza de todo el sector remando en la misma dirección», destacó Juan Ramón Gómez Fabra, presidente de FECE, la patronal de exhibidores.

Un total de 365 salas (3.048 pantallas) se suman a la Fiesta. Durante tres días, las entradas podrán adquirirse a 2,90 euros previa acreditación en la web «fiestadelcine.com». Los menores de 14 años y mayores de 60 no necesitarán acreditarse para poder retirar las entradas en taquilla. Hasta el momento, ya hay 700.000 personas registradas. Para los responsables del evento, superar 1,5 millones de espectadores podría considerarse un éxito. La industria confía en fidelizar amplios segmentos de espectadores y lograr que las salas resistan el embate de la crisis, la «piratería» y los nuevos hábitos de consumo.