Un buen día para los cuentistas

Cristina Fernández Cubas obtiene el Premio Nacional de Narrativa 2016 por su nuevo libro de relatos «La habitación de Nona»

Cuando no era más que una niña, la escritora Cristina Fernández Cubas se acurrucaba en las faldas de su hermano mayor y, junto a las otras dos más pequeñas, le escuchaban embelesadas contar historias de misterio. Una noche fría, de lluvia intensa, se reunieron todos en el salón, mientras oían cómo el oleaje se rompía violentamente en las rocas. Su hermano se les acercó y le dijo, con una sonrisa enigmática, que esa noche les contaría un cuento de Edgar Allan Poe, «La casa Usher». Nunca habían oído hablar de aquel escritor; sin embargo, aquella historia las fascinó y bombardearon a su hermano a preguntas. ¿Qué había en aquella habitación? ¿Qué se veía en ese espejo? ¿Qué era ese candelabro? Él, inventando sobre la marcha, iba creando todo un nuevo universo alrededor de Poe para las pequeñas, cuya imaginación no dejaba de crecer. «Fue mi introducción a él y a los cuentos. Es más, cuando ya de adolescente leí el original, me pareció que aquella casa Usher era muy pequeña», bromea Fernández Cubas.

- Lo que no se ve

Han sido precisamente sus cuentos los que le han valido el Premio Nacional de Narrativa. Su excelente «La habitación de Nona» (Tusquets), que ya había recibido el Premio de la Crítica, se llevó ayer el prestigioso galardón, que por primera vez recaía en un libro de cuentos. «Me alegro mucho por todos los cuentistas. Mi primera reacción cuando me llamaron esta mañana fue la sorpresa, después la alegría, y luego he sentido una especie de orgullo por ver que ese prejuicio que existía en este país con el cuento parece que ya pasó», afirmó ayer la escritora de Arenys de Mar. La autora, que se describió como «una investigadora de lo real», define su estilo como una búsqueda de todo aquello que se esconde, que pasa desapercibido a primera vista de la realidad. «Me gusta partir de elementos cotidianos en los que de repente aparece algo que resulta perturbador y que lo altera todo», señaló la escritora, quien aseguró que este libro de cuentos era sin duda el más personal, sobre todo los titulados «El interior con figura» y «Nueva vida», textos del todo autobiográficos. «En realidad, toda escritura lo es porque, incluso los cuentos más fantásticos, parten de tus propios miedos y fantasías. Soy una firme creyente de que la imaginación es lo que puede salvarnos. Si ya lo hace la imaginación de otros con sus libros, con la nuestra propia, todavía más», aseguró la autora.

Aunque hace más de un año de la publicación del volumen, la autora todavía no ha iniciado un nuevo proyecto literario. Eso sí, la fiebre por el relato corto no la ha abandonado. «Desde luego, no soy una autora de un libro al año. Necesito estímulos que bullan en mi interior, y algo ya está brotando», advirtió.

El género no deja de ganar adeptos

Fernández Cubas no duda en afirmar que la literatura española vive un auténtico «boom» de grandes escritores de cuentos. Entre los primeros nombres que le vienen a la cabeza cita a José María Merino, Flavia Company, Mercedes Abad, Ignacio Martínez del Pisón, Hipólito Navarro, Fernando Iwasaki, incluso Enrique Vila-Matas, «que tiene novelas muy personales, pero también fantásticos cuentos». «Lo mejor de todo es que no se parecen en nada entre ellos, todos tienen su propio mundo», asegura.