«Un lugar tranquilo»: El primero que hable...
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Director: John Krasinsky. Guión: Scott Beck, J. Krasinski,Bryan Woods. Intérpretes: J. Krasinsky, Emily Blunt, Millicent Simmonds, Noah Jupe. EE. UU., 2018. Duración: 90 min. Terror.
No hables, ni una palabra. En el fondo, nuestra sociedad se divide entre zombis dialogantes que caminan aparentemente hablando solos mientras gesticulan mirando nada ni a nadie y aquellos espectadores mudos con la frente espejeando por la blanquecina luz de una pantalla. Del ordenador, la tablet, el móvil, la de un videojuego, da igual. En silencio. Hay otros más normales, pero no suman tanto. Por la simbólica película de John Krasinski, que también coprotagoniza (y ha escrito, asimismo, el guión, lo que ha dado de sí el intérprete de la serie «The Office» nos parece inaudito), pulula una familia descalza que mueve las manos y calla. En las primeras escenas (no se trata, pues, de un spoiler), uno de los hijos muere en manos de las extrañas presencias que espían desde los árboles. El exterior mata, las voces, los ruidos, matan. Los extraños matan. Esta mujer (que encarna de manera soberbia, desgarradora Emily Blunt), embarazada de nuevo, y este hombre serio con barba que adora a los suyos, tienen además una hija sorda y otro menor, y todos se comunican mediante el lenguaje de señas. Claustrofóbica, tensa como la cuerda de un violín bien afinado, los Abbott malviven con el terror por la inminencia de un ataque, porque hasta los juegos infantiles pueden convertirse en un peligro, mientras esperan que la mujer de a luz... Los dolores de un parto, los gritos. Las escenas del alumbramiento y, antes, del ataque en el sótano con un clavo maldito son realmente aterradoras. Y las del acoso en un granero, y la escapada entre los maizales altísimos. En realidad, uno de los puntos fuertes del filme radica en el suspense, que Krasinski sabe mantener y aventar durante todo el metraje, y en la propia historia, en la que el amor que une a este pobre puñado de seres humanos resulta más fuerte, al cabo, que el poderoso y horripilante enemigo. Nadie sabe de dónde surgió, ni hasta cuándo estará vigilando; en el fondo, ya entendió Hitchcock qué bien funcionaba en la gran pantalla un buen «Macguffin», y por ello los inventó. La magia del cine, pero, también, sus trucos; en «Un lugar tranquilo» los hay debido al propio y permanente riesgo que entraña la propuesta, pero, por encima de todo, es uno de los títulos de terror más estimulantes y sobrecogedores de los últimos años con permiso de «Déjame salir». Ahora, como buenos espectadores, véanla, pasen un excelente mal rato y mantengan las bocas cerradas...
LO MEJOR
La manera en que el director dosifica el suspense en un filme que te mantiene siempre atrapado
LO PEOR
Algún que otro truquillo del guión para que las cuentas cuadren; que, por suerte, lo hacen al final