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Una agencia en busca de socios

Carta de Balcells a Gabriel García Márquez, uno de sus principales repressentados.
Carta de Balcells a Gabriel García Márquez, uno de sus principales repressentados.larazon

Carmen Balcells trató de buscar un socio en los últimos años, entre ellos, su gran competidor Andrew Wylie.

Con la desaparición de Carmen Balcells no solamente desaparece una parte de la historia de la edición sino que también se abre un gran interrogante sobre el futuro de la agencia que llevaba su nombre. En los últimos años, la superagente había tratado de atar el futuro de su empresa, pero las conversaciones iniciadas con diferentes candidatos a ser sus socios no se concretaron.

La más llamativa y publicitada operación fue la de tratar de asociarse con Andrew Wylie, su gran competidor. Fue hace exactamente hace un año, el 24 de septiembre de 2014, cuando se anunció el nacimiento de la gran agencia a través de un comunicado en el que se exponía muy sucintamente que «nuestro objetivo es dar mayor fuerza, alcance y duración a la representación de los clientes, y estamos entusiasmados y totalmente comprometidos con las oportunidades que se nos presentan». Pero pronto surgieron las diferencias entre Balcells y quien debía ser su socio, rompiéndose las negociaciones. De esta manera, se perdía la posibilidad de crear la mayor agencia del mundo, en la que los autores representados por la catalana, como García Márquez, Vargas Llosa, Cercas, Cela o Marsé, entraban en el mismo grupo en el que estaban Roth, Pamuk, Muñoz Molina, Rusdhie y Bolaño. Recientemente este diario le preguntó a Wylie si había posibilidad alguna de que se retomara el tema. La lacónica respuesta fue que si se quería saber algo del tema, había que preguntarle directamente a Balcells. De todas formas, en los últimos meses hubo algunas aproximaciones por las dos partes, pero sin llegar a ningún puerto. El anuncio el pasado mes de agosto de la apertura de una oficina de la agencia Wylie en España, de la mano de Cristóbal Pera, invita a pensar de manera pesimista sobre el futuro de una fusión.

Anteriormente trató de convertirse en su socio Miguel Barroso, pero tampoco tuvo suerte. Según pudo saber LA RAZÓN, otro interesado en la agencia Balcells había aparecido recientemente. El que fuera consejero delegado de Random House Mondadori, Riccardo Cavallero, empezó a dialogar con Carmen. En las próximas semanas tal vez sepamos cuál será el futuro de la agencia literaria más importante de lengua hispana.