Urtasun avanza novedades en el Estatuto del Artista y explica que él "habría gestionado de otra manera" el asunto del Pisarro expoliado

No acababa de lustrar todavía la cartera Miquel Iceta, predecesor de Ernest Urtasun como Ministro de Cultura, cuando se puso el asunto del Estatuto del Artista encima de la mesa. Unas elecciones, casi cuatro años y un aplaudido nombramiento después, las circunstancias han cambiado, pero las demandas siguen siendo las mismas. Para entenderlo hay que ir con cuidado, porque sería fácil perderse. A pesar de que a los distintos ejecutivos de izquierda se les ha llenado la boca con la aprobación del estatuto, un reclamo de las artes y la cultura españolas durante décadas, lo cierto es que las primeras novedades fehacientes no llegaron hasta el pasado 11 de enero de 2023, cuando el BOE por fin registraba una esperada compatibilidad entre la jubilación y lo ganado en industrias creativas, la mejora de las condiciones para los artistas con bajos ingresos que los hayan declarado como autónomos o un derecho al paro con una menor cantidad (y bastante menos kafkiana) de requisitos para acceder al mismo.

Un "compromiso fundamental" para la legislatura

¿El problema? Que las medidas llegaban por Real Decreto-ley, ese formato tan autoritario y que tanto le gustó al ejecutivo de Pedro Sánchez en el pasado y que ahora quiere dejar atrás como sea. ¿La solución? Es la que está intentando buscar Urtasun, quien ayer se reunía con varias asociaciones -más de 60, según explican desde el ministerio- del sector cultural para que el Estatuto pase de una serie de reformas puntuales a tener un cuerpo legal y sólido y, a ser posible, negociado con todas las partes implicadas. «Se ha hecho mucho hasta ahora y quiero agradecer al anterior equipo (...) pero hay muchos temas, en materia de combate de la precariedad, que aún están pendientes de resolver», explicó Urtasun a los medios, sobre lo que define como el «compromiso fundamental» de su equipo al frente de Cultura. Utilizando varias veces la palabra «dignificar», Urtasun volvió a hablar de la Ley de Enseñanzas Artísticas como su medida estrella, además de reiterar una vez más la importancia de los autónomos de las artes en la agenda ministerial: «Hay cuestiones de fiscalidad, como las del trabajo intermitente, que todavía hay que resolver con el Ministerio de Hacienda», completó Urtasun.

Y, una vez más, el reloj. Preguntado por los plazos que se manejan para atajar el problema de la intermitencia (hasta ahora, el número de acceso a subsidios por desempleo dentro del sector cultural es ridículo), el Ministro echó balones fuera, declarando su intención de «acelerar» pero no solo hablando de este año, si no también del que viene. Puestas las cartas sobre la mesa, queda preguntarse una vez más por el cuento de nunca acabar del Estatuto y por la política de plazos, más allá de encuentros electorales puntuales. Bien haría Urtasun -que ayer por ejemplo también comentó que «habría gestionado de otra manera» el polémico asunto del Pisarro expoliado por los nazis cuya titularidad es ahora legalmente del Thyssen- en aprender de Iceta y su aborto de Ley del Cine. Lista para ser aprobada, los mareos de la cartera ministerial -además de un disgusto mayor en el ICAA- provocaron que las elecciones se comieran su oficialidad.

Urtasun, contra las manifestaciones de Vox

Urtasun, que desde que llegó al cargo se ha mostrado mucho más dialogante y, sobre todo, mucho más visible que su predecesor en el cargo, abordó también la polémica respecto a la actriz Itziar Ituño y su presencia en una manifestación que pedía la liberación de presos de ETA. Durante las últimas horas, ha trascendido que la fabricante de automóviles BMW ha roto sus lazos publicitarios con la intérprete, mientras que son muchos los usuarios que piden que Iberia haga lo mismo. «Acabo de conocer la noticia y querría estudiarla antes de pronunciarme», barrió veloz el Ministro, antes de que le preguntaran por la obra de teatro «Altsasu», contra la que grupos convocados por Vox planean manifestarse este jueves: «Ese día, por agenda, no estaré aquí. Pero este Gobierno garantizará la libertad de expresión y rechazo de plano las manifestaciones que está convocando la extrema derecha contra esta obra. Los artistas de este país tienen todo el apoyo del Ministerio», añadió.