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Exposición
Urtasun llama a pedir "perdón" a México: "No hay que tener miedo a palabras que nos aproximan"
El ministro ha reivindicado, durante la presentación en el MAN de la exposición "La mitad del mundo. La mujer en el México Indígena", la cultura como "ese terreno fértil donde siempre se anuncian los cambios y las transformaciones"

"Diálogo, perdón, encuentro, fraternidad". Esas son las palabras a las que, dice el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, no "debemos tener miedo" a la hora de hablar de los lazos que unen a España y México. Unos conceptos que "nos unen y aproximan en tantos países y personas, todas nos acercan y mejoran nuestras vidas", ha añadido este martes, durante la inauguración de la exposición "La mitad del mundo. La mujer en el México indígena". Se trata de un proyecto que se reparte por cuatro sedes expositivas en Madrid, siendo la del Museo Arqueológico Nacional (MAN) la última en haber sido presentada, de la mano del ministro, así como de Quirino Ordaz Coppel, embajador de México en España, Isabel Izquierdo, directora del MAN, y la doctora Adriana Velázquez, asesora científica de la muestra.
"Lo he dicho ya muchas veces: palabras como diálogo, perdón, encuentro, fraternidad. Porque todas esas palabras nos acercan y mejoran nuestras vidas y todas ellas constituyen el campo semántico de la cultura, que es ese terreno fértil donde siempre se anuncian los cambios y las transformaciones", completaba el ministro durante la presentación. Unas palabras a las que se unía Ordaz Coppel, quien definía la presencia de la exposición en España como "una oportunidad invaluable" para compartir "la grandeza de los pueblos originarios de México", así como una "invitación a mirar las raíces y entender que la cultura es el puente que acerca a los pueblos".
En este sentido, continuaba Urtasun explicando que esta exposición ha permitido un "acercamiento político necesario" entre ambos países y ha mandado un "cariñoso saludo" a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. "Es una exposición que tiene, por lo tanto, un sustrato importantísimo, reforzar los vínculos entre nuestros países y hacer posible que nos demos un abrazo a través de la cultura (...) Es en sí misma un acto de reconocimiento con el que devolvemos a culturas, saberes e identidades -injustamente relegadas- su lugar de centralidad. Un reconocimiento profundo, verdadero, que no evita señalar responsabilidades en las distintas desigualdades que se han producido", ha añadido.

Sigue de esta manera la estela iniciada el pasado 31 de octubre por José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, cuando encabezó la primera apertura de este proyecto, que se extiende, además de en el MAN, en el Instituto Cervantes, en la Casa de México en España y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Albares expresó que en una "historia compartida" entre ambos países, "como en una historia humana, hay claroscuros. Ha habido dolor e injusticia hacia los pueblos originarios. Hubo injusticia, justo es reconocerlo y lamentarlo. Esa es parte de nuestra historia compartida, no podemos negarla ni olvidarla", apuntó Albares. Un discurso al que ahora se une el llamamiento por el "perdón" por parte de Urtasun, y que funcionan como carta de presentación de una muestra que, además, llega después de que Sheinbaum arfirmase que su Gobierno sigue esperando el perdón de España por el pasado colonial que Andrés López Obrador, el anterior presidente, solicitó por carta al Rey Felipe VI. Es por tanto "La mitad del mundo. La mujer en el México indígena", un macro proyecto expositivo binacional que, más allá de reivindicar el papel de la mujer a lo largo de los siglos, tanto en la época prehispánica como tras el proceso colonial, parece funcionar como una forma de ganar confianzas y simpatías.
Ajuares y textiles
La muestra contiene 435 piezas cedidas por el Gobierno de México, de las cuales 250 se distribuyen en las salas del MAN hasta el 22 de marzo. Algunas, además, han salido de su país de origen por primera vez, y abarcan desde el año 1.400 a.C., hasta la actualidad. Si bien en cada sede la muestra se centra en un aspecto temático concreto, en el caso del MAN se enfoca en "El ámbito humano". Específicamente, explica Velázquez, se refiere a dos aspectos: la vida doméstica, presentándose piezas relacionadas con los ciclos de las mujeres mexicanas prehispánicas y actuales; y el ámbito del poder y la toma de decisiones, con piezas que pocas veces se han visto o que nunca se habían exhibido ni siqueira en Ciudad de México. Es una muestra que da muchos elementos a conocer de la mujer indígena en México".
Por su parte, en la Casa de México las piezas que se exponen están relacionadas con el ámbito divino de las mujeres en las culturas maya, huasteca o mexica entre otras. En estas culturas las mujeres están vinculadas con el agua o con la noche y aspectos femeninos son representados continuamente en el arte, ya sea en figuras, en mosaicos o en textiles. En el Thyssen se muestran al público las joyas que decoraron el cadáver de la señora Tz'aka'ab Ajaw, que recibe el nombre de "reina roja" porque fue enterrada en cinabrio, lo que tiñó sus restos. Y, por último, la exposición del Cervantes se centra en un ámbito textil.
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