Valladolid será la sede de los Premios Goya de 2024 y Granada la de 2025

Será un año complicado. Las inminentes elecciones municipales dejarán en el aire cientos de proyectos culturales, de un signo u otro, en favor de iniciativas más a corto plazo. Pero aún así, hay ciudades y ayuntamientos que siguen confiando. Tras unos meses de rumores, y el ofrecimiento de varias ciudades, Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia de Cine, reunió esta mañana a la Prensa para anunciar a la sucesora de Sevilla como sede de los Premios Goya.

Así, la próxima gran fiesta del cine español se celebrará el 10 de febrero de 2024, y lo hará en Valladold. La 38ª. Edición de los Premios Goya, por tanto, se marcha una vez más de Madrid, en el empeño de la Academia por acercar el séptimo arte patrio a todos los rincones del territorio, medida siempre bien acogida por invitados e instituciones. Se trata de la quinta vez que los Goya salen de la capital, y la primera que se marchen a la tierra de Delibes.

El tanto para la ciudad y para Castilla y León se da, además, en un momento clave para la cinefilia de la ciudad. Javier Angulo, quizá el hombre que más y mejor cine ha llevado a Valladolid en los últimos años como director de la Seminci, dejará este año su cargo, con un concurso público cuyas bases ya están a disposición de la ciudadanía. Ese momento de cambio, sumado a un más que posible homenaje a Concha Velasco, pueden explicar la decisión de la Academia.

En términos logísticos, la ceremonia de los Goya será todo un desafío para la ciudad ahora gobernada por el socialista Óscar Puente. Si bien las conexiones por tren y carretera se han probado eficientes más allá de temporales puntuales, el INE estima en 3.731 las plazas hoteleras del núcleo urbano, quizá pocas para una fiesta del cine español que, se estima, arrastra como mínimo a unas 3.000 personas cada vez que se ha movido de Madrid.

Así mismo, la Academia de Cine también anunció que Granada sucederá a Valladolid en la ceremonia de 2025. Todo un avance y un síntoma del buen estado de las relaciones entre los Goya y las instituciones municipales.