Manhattan

Weinstein, en libertad bajo fianza ante una nueva denuncia

En contra del criterio del fiscal, las condiciones de fianza del productor, acusado por tres mujeres ya de abusos sexuales, se mantienen y permanece a la espera de juicio por delitos que están penados hasta con cadena perpetua.

Harvey Weinstein, ayer durante la vista en Manhattan
Harvey Weinstein, ayer durante la vista en Manhattanlarazon

En contra del criterio del fiscal, las condiciones de fianza del productor, acusado por tres mujeres ya de abusos sexuales, se mantienen y permanece a la espera de juicio por delitos que están penados hasta con cadena perpetua.

Esta es una semana decisiva para Harvey Weinstein. Por lo pronto, ha salido bien librado de la primera batalla. El productor , envuelto en un caso de abusos sexuales sin precedentes, fue puesto en libertad bajo fianza tras declararse no culpable de tres nuevos cargos de agresión sexual contra una nueva denunciante, en contra de los deseos del fiscal, que había pedido que se le obligara a permanecer en Manhattan bajo arresto domiciliario. Sin embargo, Weinstein vive actualmente en su casa de Connecticut y viaja entre una ciudad y otra cuando es necesario, por lo que su abogado argumentó que era «demencial» obligarlo a cambiar de residencia. A pesar de este triunfo para su defensa, todavía deberá esperar hasta mañana para saber si Lanterne Capital podrá finalmente adquirir su en otro tiempo todopoderosa productora. El fondo le hizo una oferta de 289 millones de dólares por sus activos, pero la venta no se podrá finalizar hasta que el tribunal no haya dado su autorización, asunto que se debatirá mañana en otro juicio.

La biografía de Elia Kazan

Como en la anterior ocasión, Weinstein llegó al tribunal con un libro en la mano, de hecho, era uno de los tres que llevaba en junio, la biografía de Elia Kazan escrita por Richard Schickel. Sin embargo, esta vez tuvo que entregárselo a uno de los oficiales que le esposaron antes de entrar en la sala. La vista, la tercera en poco más de un mes a la que acude, duró alrededor de 20 minutos. Y, a juzgar por las recientes declariones del fiscal Cyrus Vance, no será la última, pues la investigación del caso continúa y es muy probable que a los cargos actuales se sumen otros adicionales.

Además de las dos mujeres que le acusaron inicialmente
–solo una de ellas ha hecho público su nombre, la actriz Lucia Evans, a la que el productor forzó a realizarle una felación en 2004–, tras las denuncias de una tercera mujer no identificada públicamente se le imputan un cargo por agresión sexual y dos por asalto sexual predatorio, un delito que en el Estado de Nueva York está castigado con una pena máxima de cadena perpetua. Por ahora, Weinstein continúa en las mismas condiciones que tras la primera vista: además del millón de dólares de fianza y de haber entregado su pasaporte a las autoridades, tiene prohibido realizar cualquier viaje que no sea entre Connecticut y Nueva York. Además, al final del juicio se firmaron órdenes de protección a favor de las mujeres que le han acusado y el juez recordó a Weinstein que no puede contactarlas bajo ninguna circunstancia.

Relato de los hechos

Según el diario «The New York Post», este nuevo caso sería el de Mimi Haleyi, que trabajó como asistente en la Weinstein Company y que en octubre del año pasado denunció a su ex jefe públicamente. Entonces, Haleyi contó que en 2006 Weinstein la invitó a su casa del barrio de Soho después de haberse reunido varias veces con ella por motivos de trabajo –aunque en todas esas ocasiones se había comportado de forma inapropiada– y allí la llevó a una habitación y le practicó sexo oral sin su consentimiento. De hecho, algunos recordarán su caso porque la joven relató lo ocurrido sin dejar fuera ningún detalle como, por ejemplo, que tenía el periodo y, aunque se lo advirtió a Weinstein, este la ignoró y, según ella, hasta le retiró el tampón que llevaba.

Una de las señales que han hecho sospechar que se trata del caso de Haleyi es que su abogada, Gloria Allred, estaba presente ayer en la vista. De hecho, el de Weinstein, Ben Brafman, se acercó y la saludó con un apretón de manos. Allred se autodefine como una «abogada feminista» y se especializa en demandas por abuso o discriminación. Fue ella quien en 2014 se hizo cargo de los casos de varias de las mujeres que denunciaron a Bill Cosby y una de las personas que finalmente lograron que se le declarara culpable. Y es que Allred se toma su trabajo quizá más en serio que cualquier otro abogado, ya que en su juventud fue víctima de una violación de la que quedó embarazada. Tras abortar ilegalmente, pues eran los años sesenta y entonces todavía la ley lo prohibía, sufrió hemorragias internas que pusieron en peligro su vida. Esa experiencia espeluznante definió su carrera profesional.

«Estamos muy contentos de que la corte no haya cambiado las condiciones de fianza existentes», dijo tras la audiencia Benjamin Brafman, quien apuntó que su cliente ha respetado «escrupulosamente» lo establecido, informa Efe. «Cuanto más investigo el caso más me doy cuenta de que los cargos de la acusación son muy defendibles», sentenció Brafman. El letrado puntualizó a los medios que «cualquier sugerencia de que Weinstein violó a alguien es una sugerencia ridícula». Por otra parte, después del juicio, Brafman ofreció declaraciones a la Prensa en las que hizo una curiosa revelación: Weinstein se está desempeñando como asistente legal en su propio caso. Además, de acuerdo con el letrado, sigue vinculado con el mundo del cine, ya que continúa recibiendo y revisando guiones y proyectos con la esperanza de volver a trabajar en Hollywood eventualmente. Es probable que ese futuro tan optimista se vea condicionado por la venta, o no, de su productora, que se declaró en bancarrota en marzo y sobre la que el tribunal decidirá mañana. Pero no solo Weinstein se verá afectado por la venta, sino también actores como Robert De Niro y Meryl Streep, a los que su empresa todavía debe dinero por proyectos antiguos. En el acuerdo al que se llegó con el fondo ganador de la subasta para adquirir Weinstein Company se establece que éste debe hacerse cargo de dichas deudas. El pasado 25 de mayo, Weinstein, sacudido desde finales del año pasado por una ola de denuncias que desembocó en movimientos como #MeToo y «Time’s Up», se entregó a las autoridades y escuchó entonces los cargos en su contra de violación y otros delitos sexuales por actos presuntamente realizados en 2013 y 2004.

Las esposas de Hollywood

Ver a un grande de Hollywood esposado no es un espectáculo extraño, si bien a algunos, como Harvey Weinstein, parece que les sientan mejor los grilletes. Charlie Sheen, cuya vida de excesos rivalizaba con la de su personaje en «Dos hombres y medio»; Justin Bieber, al que la policía detuvo por conducir sin carnet; Matthew McConaughey, al que llevaron preso por posesión de marihuana; Mel Gibson, que montó un escándalo una noche mientras conducía con unas copas de más ... la lista es larga y las causas, diversas. En el terreno de los abusos, como es el caso del productor de cine, aparecen también, desgraciadamente, decenas de nombres conocidos, un listado que ha aumentado con gran rapidez desde que se destapara el escándalo Weinstein y que incluye a personajes ya acusados por la justicia, como Bill Cosby, y otros que durante años han esquivado sospechas de comportamiento inapropiado, como Woody Allen. Y es que, aunque es ahora que muchas mujeres han dado un paso adelante y generado una reacción que abarca también a industrias como las de la moda y la gastronomía, lo cierto es que el abuso ha sido una sombra presente en Hollywood desde que comenzó el séptimo arte. Basta con recordar el caso de Polanski, por ejemplo. Además, muchos de los que han sido ahora denunciados, como Dustin Hoffman y Kevin Spacey, habrían pasado décadas, de acuerdo con quienes les señalan, abusando de su posición de poder dentro del mundo del cine para aprovecharse de otros.