¡Y olé!
El 16 de noviembre fue asignado a este baile español y conmemora el día en que fue nombrado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO
El 16 de noviembre fue asignado a este baile español y conmemora el día en que fue nombrado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO
España es conocida mundialmente por una gran variedad de cosas. La tauromaquia, su gastronomía, sus costas, sus paisajes... Son cada vez más los extranjeros que vienen a España a disfrutar de sus vacaciones, por ejemplo, en Benidorm o Mallorca. También son bastantes aquellos que quieren conocer los platos típicos de aquí, así como el pulpo a la gallega, las gachas manchegas o, cómo no, un buen plato de paella valenciana. Es complicado que, si viajas al extranjero y dices que eres español, no te recuerden los toros o la ya mencionada paella, o tal vez Ibiza y sus fiestas. Una cantidad inmensurable de razones por la que España es de recordar, pero sin duda alguna, no hay que olvidar mencionar uno de los bailes más famosos del mundo y típico de nuestras tierras: el flamenco.
El 16 de noviembre se conmemora el Día Internacional del Flamenco. La UNESCO declaró a este baile español Patrimonio Inmaterial de la Humanidad el 16 de noviembre de 2010, y desde entonces, este día es asignado como dicha celebridad. El taconeo, los tablaos, las palmas, la guitarra española, o por supuesto, los gritos de «olé». Ser español es sinónimo de llevar el flamenco en la sangre, de conocer (y por qué no, bailar siempre que se pueda) este baile y de saber que, sin el flamenco, se perdería una de las raíces más importantes del país.
El origen no se conoce con exactitud, pero las pruebas aseguran mayormente a que el nacimiento del flamenco pertenece a los árabes. «Felah-Mengus», dos palabras árabes que juntas significan «campesino errante», una denominación que se le daba a los moriscos expulsados de España que se quedaron y se mezclaron con el resto de la población, principalmente con los gitanos. Unos orígenes que continuarían en Flandes (la actual región flamenca de Bélgica). Flamenco quiere decir «original de Flandes». En España se aplicó a la persona de piel encarnada, por tomarse el flamenco como prototipo de los pueblos nórdicos del siglo XIII, pero con el tiempo, se llamó flamenco al cantaor que destacaba por los excelentes cantores procedentes de los Países Bajos que actuaron en el siglo XVI en las capillas de las catedrales españolas. Luego, por asociación, se llamó así al propio canto.
En el siglo XVIII fue cuando más se asentó en España
Miguel de Cervantes, autor manchego, también tendría trascendencia en el flamenco. En el siglo XVII, antes de morir, escribió «La Gitanilla», una obra que concluye que la primera disciplina flamenca fue el baile, como lo ratifica el personaje de Preciosa, una joven bailaora que se ganaba la vida haciendo danzas de corte andaluz a la que se subyugaban tanto el acompañamiento musical como el vocal, ambos enlazados para realizar los llamados corridos gitanos. A mediados del siglo XVIII, apareció un manuscrito de un tal «Bachiller Revoltoso» que nos cuenta una crónica en la que señala cómo la nieta de Baltasar Montes (el gitano más viejo de Triana) iba a bailar con instrumentos de cuerda y percusión a las casas de los nobles de Sevilla. Y José Cadalso, con «Cartas Marruecas», describe en una de las cartas una juerga gitana en un cortijo liderada por el «Tío Gregorio»; tres referencias que nos hacen ver que ya existía un baile y una música peculiar del sur de la península.
Y es que sea o no cierto su origen, históricamente ha destacado por donde haya pasado. Numerosos autores como Lorca o Machado ya hablaban de él en sus obras, y sentían ese orgullo por el flamenco que no podían ocultar. Desde el fandango y las bulerías hasta las soleares y martinetes, varias son las modalidades que hay dentro de este baile. En Andalucía se celebra este día desde un año después de que la UNESCO lo nombrara Patrimonio. Ocho años en los que las tierras andaluzas celebran estos días gracias a que el 16 de noviembre sea, además del Día Internacional del Flamenco, el Día del Flamenco en Andalucía.
Camarón, El Cigala, Paco de Lucía, Rafaela Carrasco o Carmen Ledesma. O Rebujitos, Maki, Arcángel, El Barrio o Niña Pastori. Todos ellos con el flamenco en la sangre, cada uno en su tiempo correspondiente y los cuales nos han hecho taconear o dar palmas siempre que hemos escuchado sus canciones. Si el origen del flamenco todavía es incierto, el final, por suerte, es seguro: el flamenco nunca muere.