Historia

Historia

Yuval Noah Harari: «Entramos en la era de ''hackear'' humanos»

Historiador y escritor

Yuval Noah Harari: «Entramos en la era de ''hackear'' humanos»
Yuval Noah Harari: «Entramos en la era de ''hackear'' humanos»larazon

El autor de «Sapiens» alerta sobre los riesgos de la biotecnología y la inteligencia artificial en su nuevo libro, «21 lecciones para el siglo XXI».

El camino del intelectual es lento y la fama de su trabajo va extendiéndose con lentitud en la sociedad. Pero Yuval Noah Harari prescindió de los pasos establecidos y con «Sapiens» (Debate) alcanzó lo más alto de las listas de venta, convirtiéndose en un autor popular, reconocido por el público. Un éxito que, aunque despertó el recelo de academicistas y algunos círculos académicos, ha generado debate y despertado elogios. A ese título siguió «Homo Deus» y ahora cierra la trilogía con «21 lecciones para el siglo XXI», el primer libro fuerte de esta temporada.

–¿Vamos hacia una época de desigualdades sociales peor que la explotación de trabajadores de anteriores épocas?

–Los trabajadores del siglo XX tuvieron que luchar contra la explotación y la élite que abusaba de ellos. En el XXI, ellos puede que tengan que luchar contra la irrelevancia y la élite que no los necesita, y eso es mucho más difícil. Para evitar crear una sociedad extremadamente desigual, hay que hacerse una pregunta clave: ¿quién posee los datos? En tiempos antiguos, la tierra era el activo más importante en el mundo y la política consistía en su esfuerzo para controlarla. En los últimos 200 años, las máquinas y las industrias se han convertido en algo más importante que la tierra y la principal preocupación política ha sido concentrarse en controlar la maquinaria. En esta centuria, sin embargo, los datos eclipsarán a la tierra y la maquinaria como el activo más relevante y los políticos harán hincapié en dominar el flujo de información. Si la mayoría de los datos cayera en manos de pocas personas, estaríamos abocados a la sociedad más desigual de la historia.

–Otra de sus preocupaciones es el nacionalismo.

–El nacionalismo nos distrae de las cuestiones más importantes: la guerra nuclear, el cambio climático y la irrupción tecnológica. Incluso si nosotros gestionamos la prevención de la guerra nuclear y los problemas derivados del cambio del clima, la inteligencia artificial y la bioengeniería están destinadas a distorsionar completamente el mercado del trabajo, el orden global e incluso nuestros propios cuerpos y mentes. Y tú no puedes resolver ninguno de esos problemas a un nivel nacional. Solo tienen una solución internacional. El Brexit, por ejemplo. En sí mismo no parece necesariamente una mala idea, ¿pero es lo que ahora Gran Bretaña, que es una de las potencias mundiales, debería tratar? ¿Cómo puede contribuir el Brexit a prevenir una guerra nuclear o el cambio climático. No lo hace. ¿O cómo ayuda a la humanidad a tratar con la IA y la ingeniería biológica? Tampoco lo hace. En realidad, el Brexit hace mucho más difícil lidiar con esos tres asuntos porque para llegar a una conclusión satisfactoria se necesita más cooperación internacional. En esencia, es una distracción peligrosa. Cada minuto que Gran Bretaña y EEUU invierten en el Brexit, es un minuto menos que emplean en prevenir la regulación de la IA o en mitigar los efectos derivados del clima.

–¿Nos encaminamos a una dictadura digital?

–Quizá. Entramos en la era de hackear humanos. Anteriormente en la historia, nadie tuvo suficiente conocimiento biológico y poder informático para hacerlo. Pero pronto, las corporaciones y los gobiernos podrán hackear a los hombres. Podrán crear algoritmos que te conocerán mejor que tú a ti mismo. Si tales algoritmos no están regulados, el resultado será el mayor régimen totalitarista que jamás ha existido.

–Menciona mucho el cambio climático. ¿Cuál será su impacto a corto plazo?

–Como siempre las poblaciones más pobres sufrirán las consecuencias inmediatas. Los ricos podrán protegerse a sí mismos de la crecida de los océanos, las altas temperaturas y la expansión de los desiertos a través de la nueva tecnología o la emigración. La población sin recursos no podrá comprar esas tecnologías ni trasladarse tan fácilmente.

–¿Cuál es el mayor riesgo de las biotecnologías?

–Que en el intento de mejorar a los hombres, los empeoremos. En siglos pasados, los humanos hemos conseguido el control de nuestro mundo exterior y también hemos redefinido el planeta, pero porque nosotros no habíamos comprendido la complejidad ecológica de nuestro mundo, y esos cambios, inadvertidamente, han incidido en el sistema ecológico. En este siglo, alcanzaremos el control de nuestro mundo interior y cambiaremos nuestras mentes y cuerpos, pero, como no comprendemos nuestras mentes, sucederá igual y esas modificaciones podrían alterar, también de manera inadvertida, nuestro sistema mental.