Fiel a su filosofía

LOS INTOCABLES

España juega con defensa de cuatro y un doble pivote, Alonso-Busquets, innegociable para Del Bosque. Ramos y Piqué son una pareja de centrales de garantías. Por la derecha está Azpilicueta, un futbolista polivalente que también podría ir a la izquierda. Juanfran está a la espera en la diestra. Con él, las subidas por banda son más profundas. Por la izquierda es Jordi Alba el que se encarga de sorprender. La labor del doble pivote español, con Xabi un poco más retrasado y Busquets algo más adelantado, es dar salida al juego y tapar los huecos que dejen las arrancadas de los laterales. Javi Martínez es el comodín: puede jugar en defensa y en el medio.

LA FANTASÍA DE «LA ROJA»

Del Bosque se mantiene fiel a su filosofía y apuesta por el juego fuerte por dentro. Ha renunciado al concepto de amplitud. El ataque por las bandas queda para los laterales y para Pedro, el «diferente», el único que aporta más llegada a la línea. El resto de futbolistas de la media podría denominarse el puzzle de los jugones: Iniesta, Xavi y Silva son la sala de creación. La magia de la Selección es suya. Son los que nos hacen disfrutar. La clave estará en la capacidad que tengan para mover la pelota rápido. En el banquillo, Mata, Koke o Cazorla, de similares características porque éste es el estilo de España.

COSTA, MÁS QUE CONTRAGOLPES

Arriba, Del Bosque maneja varias opciones. Una es el falso «9» con Cesc, que tan buenos resultados dio en la Eurocopa. La novedad es Diego Costa. Creo que será la revelación y que se va a ganar el puesto. A veces se le minusvalora al considerarlo sólo una variante para el contragolpe. Costa es mucho más y puede convertirse en una pieza clave y participar en las paredes con los «jugones». Es una especie de Etoo, un futbolista que parecía sólo para las contras, pero que se adaptó a la perfección al juego interior del Barcelona. En la recámara, la experiencia: Villa y Torres.