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Dani Olmo: “Repaso los partidos con mi padre”

El jugador del Dinamo de Zagreb vive su primera convocatoria con la selección absoluta

Dani Olmo, con la selección española.
Dani Olmo, con la selección española.larazonCristina Bejarano

Dani Olmo (Tarrasa, 1998) eligió el camino más inusual para alcanzar la élite. Con 16 años abandonó la cantera del Barcelona para hacer carrera en Croacia con el Dinamo de Zagreb. El premio a su arriesgada decisión le llega ahora con la primera llamada de la selección absoluta después de haber sido campeón de Europa sub’21 el verano pasado.

–¿Cómo se le ocurrió irse a Croacia?

–No fue una decisión de un día para otro y tampoco fue fácil. Fue una decisión que tomamos entre todos pensando en mi futuro y creo que a día de hoy estamos recogiendo los resultados.

–¿Le miraban raro sus compañeros en el Barcelona cuando dijo que se marchaba a Croacia?

–Un poco sí. Sé que he sido el primer jugador que se va a Croacia, normalmente eligen Inglaterra u otros destinos, pero tomé esa decisión pensando que era lo mejor para mi futuro. Y estar aquí es el premio al trabajo de todos los años que he estado allí.

–Los resultados han reforzado su apuesta.

–Uno de los objetivos al tomar esta decisión era hacerme futbolista y lo he conseguido. El año pasado también hice una temporada muy buena tanto a nivel de club como de selección tras conseguir el Europeo. Y este año en Champions también lo estamos haciendo bien y tenemos posibilidades de estar en la siguiente fase y ahora he recibido la llamada de la absoluta. Ahora va todo muy bien, pero es sólo el inicio.

–¿Qué fue lo más complicado al llegar a Croacia?

–El idioma es complicado, pero fue todo. Adaptarse a un país que no conoces siempre es un poco difícil sobre todo los primeros días, pero con la ayuda de los compañeros, de los técnicos, de todo el mundo, se te hace más ameno y más cómodo. Tuve la suerte de que me ayudaron muchísimo y no hubo casi ningún problema.

–La familia también ayuda.

–Sí. Cuando llegué allí estuve el primer mes solo y luego llegó mi madre.

–Tener un padre entrenador, ¿le ayuda en su carrera?

–Sí, mucho. Siempre hablamos de fútbol y me ayuda a mejorar, en situaciones en que puedo recibir mejor o no recibo y podría recibir. Hablamos de fútbol en general, de cómo juego y me ayuda a mejorar.

–¿Repasan los partidos juntos?

–Sí, los repasamos y vemos esas situaciones que he dicho antes. Situaciones en que me podía haber perfilado mejor o que podía haber generado otras situaciones y las analizamos para que en el próximo partido no se produzcan.

–¿Se siente una rareza? No hay tantos jugadores que encaren al defensa para el regate.

–Cuando tengo el balón me gusta intentar regatear, intentar superar al defensa, pero también me gusta el juego asociativo, asociarme con mis compañeros, y por eso me gusta el juego de la selección.

–¿En quién se fijaba cuando era pequeño?

–Antes jugaba de «9» y siempre me he fijado en Forlán, pero ya cuando empecé a jugar más en banda y de media punta también me fijaba en Iniesta y en Messi.

–¿El Europeo sub’21 le cambió la vida?

–Sí. Después fue todo diferente. Fui un poco como el desconocido de la gente en España y después de eso cambió todo. Antes cuando paseaba por mi ciudad, por Tarrasa, no me paraba casi nadie y después del Europeo estuve unos días por allí y la gente ya me conocía un poco más, los niños sobre todo, y es muy bonito.

–¿Qué le ha dicho Robert Moreno?

–Que sea yo, que estoy aquí por lo que he hecho en mi club y en la selección, que tenga ese desparpajo y aporte lo que yo soy a la selección.

–¿Cómo es la experiencia de jugar la Liga de Campeones?

–Única. Diría que es la mayor competición a nivel de clubes y este año he tenido la oportunidad de jugarla.

–¿Esperaba disputarla con el Dinamo o pensaba en otro equipo?

–Cuando volví del Europeo me dijeron que querían que me quedara para jugar la Champions, para ayudarles a clasificar al equipo y al final así fue. No se vio ninguna salida, pero no fue ningún trauma porque mi sueño siempre ha sido la Champions y esta temporada quería jugarla. Al final me quedé y hemos empezado muy bien.

–¿Cómo ve el fenómeno Ansu Fati?

–A él lo veo bien. Tranquilo. Con los pies en el suelo, como tiene que ser y es un jugador que tiene muchísima calidad y mucha proyección.

–¿Es demasiada presión para un chico de 17 años?

–Presión, depende de cómo lo lleve. Yo creo que lo lleva bien. Conozco a su familia y a su entorno y es muy bueno para él y tiene que seguir así.