Bale se la juega en su reaparición con Gales tras un mes sin disputar un minuto con el Real Madrid

Gareth Bale se juega en los próximos cuatro días su presencia en la Eurocopa multisede de 2020. Se enfrenta hoy a Azerbayán (18:00) y el martes a Hungría en lo que podría ser un duelo directo por la clasificación, aunque Gales también necesita un tropiezo de Eslovaquia ante Croacia (lo que es probable) o Azerbayán (lo que parece más complicado). El jugador del Real Madrid no quiere perderse una cita como esa y después de la polémica que lo rodea en los últimos tiempos, avivó el fuego con las declaraciones previas al encuentro. «Con Gales hablo mi idioma y me siento más cómodo. Definitivamente me emociona más jugar con Gales [que con el Real Madrid]», admitió el atacante. «He estado con la mayoría de los jugadores, especialmente con los más experimentados, desde que era sub’17. Es como jugar con tus compañeros en el parque un domingo», añadió. Sin embargo, el galés afirmó que este sentimiento no cambia lo que hace en el campo y que da el ciento por ciento donde sea que esté.

Bale, pese a llevar varias jornadas fuera de las convocatorias del Real Madrid ha sido llamado con su selección para los vitales encuentros de los próximos días. En realidad, la última vez que se vio a Gareth sobre el césped fue en el anterior compromiso internacional contra Croacia (1-1), cuando se dañó en un gemelo, su punto débil, la parte que se lesiona recurrentemente. El duelo fue el 13 de octubre y a partir de ahí se montó un lío tremendo en Valdebebas. Primero, Bale fue noticia porque no quiso que se hiciera público el motivo de que no jugara. Está en su derecho de acogerse, como cualquier persona, a que no se desvelen sus partes médicos. Después, apenas se le ha visto en el entrenamiento, lo ha hecho todo en privado, al margen del grupo, y antes del último encuentro de Liga Zidane dijo aquello de: «No está lesionado, pero tampoco está disponible». El primer día de la concentración con Gales ya saltó al verde y se montó una buena a su alrededor, convirtiéndose en el centro de muchas críticas. «He escuchado algunas historias, pero no les doy importancia. Mis amigos me mandan fotografías y lo que sea que escriben. Me parecen divertidas, la verdad», apuntó el futbolista, que no pareció dar importancia a los «palos» que recibe.

Lo de Bale y el Real Madrid esta temporada está siendo muy extraño ya desde el verano. El curso pasado, con la marcha de Cristiano Ronaldo del Bernabéu, se esperaba que el galés diera un paso adelante para convertirse en el gran referente y en el gran goleador del equipo, pero eso no sucedió. Durante todo el verano se especuló con su marcha, se daba por segura hasta el punto de que Zidane afirmó después de dejarlo fuera de uno de los amistosos de pretemporada que «cuanto antes» se solucionara todo, «mejor». Pero las ofertas de China eran insuficientes y en Europa no hubo un gran pujador. Tampoco se trataba de malvender al delantero, que finalmente terminó quedándose y mostró ciertas buenas intenciones al principio del curso. Fue de los mejores en el estreno ante el Celta y logró un doblete en la jornada tres ante el Villarreal, ante quien sumó los dos únicos goles que ha conseguido en lo que va de curso. Ha disputado siete encuentros, 596 minutos, en los que a los dos tantos suma un par de asistencias. Su parón del último mes lo ha aprovechado Rodrygo para explotar definitivamente. El brasileño incluso debutó ayer como internacional en el amistoso ante Argentina disputado en Arabia Saudí. Está por verse qué sucederá cuando Bale esté en condiciones, si el joven extremo le ha quitado definitivamente el puesto, ya que Benzema y Hazard son fijos en la línea ofensiva.

También está por ver si Gareth está en condiciones de jugar después de tanto tiempo inactivo.