Juegos Olímpicos

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Rusia, sancionada para participar en competiciones internacionales durante cuatro años

El castigo impedirá a sus deportistas acudir a los Juegos de Tokio o al Mundial de Qatar

Rusia no podrá participar en competiciones deportivas de carácter mundial durante los próximos cuatro años. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) decidió aplicar al deporte ruso la mayor sanción por dopaje de la historia por los continuos incumplimientos del país en la lucha contra el dopaje. La AMA solicitó en enero de este año a la Agencia Rusa Antidopaje (RUSADA) el envío de la base de datos en la que se recogían miles de muestras de controles. La revisión demostró que los datos estaban manipulados, entre ellos los de 298 deportistas rusos sospechosos por haber violado las reglas antidopaje entre 2012 y 2015. La AMA considera que las autoridades rusas han tratado de ocultar positivos de sus deportistas.

Los Juegos Olímpicos de Tokio (2020) y los de invierno de Pekín (2022) son algunas de las competiciones que se perderán los equipos rusos, además del Mundial de fútbol de Qatar (2022). Tampoco podrá optar Rusia a la organización de eventos deportivos internacionales, como los Juegos Olímpicos de 2032. «El dopaje ruso ha ultrajado el deporte durante demasiado tiempo, y la flagrante violación de las autoridades rusas exige una respuesta enérgica», asegura en un comunicado el presidente de la AMA, Craig Reedie. «Se han dado a Rusia todas las oportunidades para poner las cosas en orden y volver a unirse a la comunidad global contra el dopaje, por el bien de sus atletas y la integridad del deporte, pero ha escogido seguir su postura de engaño y negación, por lo que AMA ha respondido en los términos más fuertes que puede», añade la nota.

Rusia tiene 21 días para recurrir ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). «Si se retrasa deliberadamente la decisión para que no afecte a los Juegos de Tokio 2020, entonces se retrasaría hasta los de París 2024, así que depende de los rusos decidir a qué Olimpiadas acudirá», advierte Jonathan Taylor, del Comité de Revisión de Cumplimiento. Taylor añade que la Eurocopa, para la que Rusia ya está clasificada, no se verá afectada por la sanción. Tampoco la sede de San Petersburgo, que acogerá tres partidos de la primera fase. Ni la fase de clasificación para el Mundial de Qatar, aunque para competir en la fase final Rusia y la FIFA deberían encontrar una solución que les permitiera hacerlo «de manera neutral», sin los símbolos ni los colores rusos.

Esa solución también es válida para los atletas que no estén involucrados en casos de dopaje, como ya sucedió en los Juegos de Río de 2016. Los deportistas rusos que participaron lo hicieron bajo la bandera olímpica.

La AMA también se plantea admitir una rebaja de la sanción en caso de que las autoridades rusas decidieran colaborar en las investigaciones sobre sus deportistas. Algo que no ha sucedido en ocasiones anteriores.

Los problemas rusos en la lucha contra el dopaje vienen de lejos. Un informe de la AMA en 2015 determinó la existencia de una trama de dopaje sistemático en el deporte ruso, lo que motivó la sanción a los equipos de este país para los Juegos de Río (2016) y los de invierno de Pyonchang (2018).

El director de la Agencia Antidopaje Rusa (RUSADA), Yuri Ganus, pidió al presidente, Vladímir Putin, que cambiara a todos los dirigentes del deporte de su país. Ganus, enfrentado al Ministerio de Deportes por sus críticas a la gestión de la crisis del dopaje en Rusia, insistió especialmente en la necesidad de sustituir a los dirigentes del atletismo ruso. Fue este deporte el que originó los problemas con el Laboratorio de Moscú y el primero suspendido internacionalmente. Varios atletas llevan acudiendo a las competiciones desde 2015 bajo bandera neutral.

«Es necesario lanzar una investigación en detalle. Hay que encontrar, de una vez por todas, la base de datos», dice Ganus.