Mundial de Balonmano

Los números que multiplican el valor de la plata de las Guerreras en el Mundial de balonmano

La selección vuelve a la élite dos años antes de lo esperado mientras se busca recuperar poderío en la liga, que es sólo la décimo quinta en el ránking de Europa

Las Guerreras han vuelto
La selección de balonmano recibió un cariñoso recibimiento en BarajasJUANJO MARTINEFE

«Se abre una nueva época», afirmó Carlos Viver después de que la selección lograra la plata en el Mundial de Japón, un éxito que llega dos años antes de lo esperado. La siguiente edición del Campeonato del Mundo se celebra en España en 2021 y ahí estaba puesto el punto de mira para que el cambio generacional se completara, para que las jugadoras que ganaron medallas tuvieran un relevo asentado. El peaje eran tener que pasar algunos campeonatos de transición, de sembrar, sin mirar en exceso el resultado. Las nuevas Guerreras fueron duodécimas en el Europeo de 2018 y undécimas en el Mundial anterior. «Llega un momento en el que los pesos pesados tienen que ceder el paso a la gente joven, pero las jóvenes necesitan competitividad, entrenamiento, más competición internacional, y para eso hace falta paciencia», opina Paco Blázquez, el presidente de la Federación. «Me daba rabia cuando decían que no iba a haber una nueva generación y yo siempre dije que nadie es imprescindible y al igual que nosotras conseguimos éxitos a base de trabajo y humildad, a ellas también las iba a llegar. Lo sé porque las conozco, son muy currantas», asegura Bego Fernández, una de las Guerreras multimedallistas, ahora retirada.

Carlos Viver tomó el mando del equipo hace dos años y entre las medidas que se implantaron fue la de hacer concentraciones con las jóvenes en las semanas libres de la liga, que cuenta en la actualidad con doce equipos. Son concentraciones que simulan a las que podrían tener con la selección. Una manera de crecer. A casi todas ellas ha acudido, por ejemplo, la portera subcampeona del mundo Silvia Navarro, que juega en el actual campeón el Rocasa Gran Canaria. Tiene 40 años y puede transmitir toda su experiencia.

Con esto se pensaba en el futuro de la selección mientras que se buscaba fortalecer una liga que hace unos cuantos años era de las mejores de Europa y que ahora ocupa el puesto ¡décimo quinto! Sí, la décimo quinta liga continental ha sido subcampeona del mundo, algo que está fuera de toda lógica. Con ese puesto en el ránking y sin los apoyos económicos suficientes, los clubes españoles, por ejemplo, no pueden disputar la Champions. La crisis fue dura con el balonmano. El Itxako fue el síntoma: en 2011 disputó la final de la Champions y en 2013 desapareció. Era el equipo en el que estaban casi todas las internacionales, que tuvieron que irse al extranjero para poder vivir de su deporte. El panorama que quedó fue el de un campeonato amateur, pero se van dando pasos para mejorar, poco a poco. La Federación se hizo cargo de la liga. Primero tuvo como patrocinador a Loterías y, desde 2017, a Iberdrola. Cada jornada se televisa un partido en la televisión pública, donde además hay un espacio semanal con el resumen de la jornada. El resto de encuentros se puede ver por streaming. El campeonato tiene, por tanto, escaparate.

En 2018 se pasó de catorce a doce equipos y se establecieron dos grupos, los de primera velocidad y los de segunda. A los de primera se les obliga a que todas sus jugadoras tengan contrato, que coticen en la Seguridad Social. Y los de segunda al menos tienen que tener seis jugadoras en esas condiciones. Aproximadamente el 65 por ciento de jugadoras de la Liga Guerreras Iberdrola tiene contrato. Lo que pasa es que en la mayoría de los casos los sueldos son todavía insuficientes. «Ahora muchas jugadoras están en la máxima categoría y lo tienen que compaginar con sus trabajos, y eso es inviable. El éxito total sería que pudiéramos ofrecer las condiciones óptimas para que las jugadoras que están fuera [en Francia, Hungría, Rumanía...] puedan volver a España», piensa Bego Fernández. «Esperemos que este éxito de la selección suponga un estímulo para que lleguen patrocinadores», opinan desde la Federación.

La otra cara de la crisis es que las jóvenes pueden debutar antes de tiempo. Así, por ejemplo, la lateral del Rocasa Seyna Mbengue, que hubiera tenido opciones de ir al Mundial, pero está lesionada, se estrenó en la liga con 17 y ahora con 21 es una de las referentes de su equipo, el campeón. Siete de las 17 medallistas de plata juegan en España.