Tenis
Bautista nunca falla y deja a España a un punto del título en la ATP Cup
El número dos español se impone a Lajovic por 7-5 y 6-1. Ha cerrado el torneo con cinco victorias en cinco partidos
A Roberto Bautista Agut poco más le puede pedir el tenis español. Fue el héroe en la sexta Copa Davis sobreponiéndose a la muerte de su padre y en la Copa ATP ha ofrecido una trayectoria intachable. En el partido que abría la final ante el serbio Dusan Lajovic culminó un torneo perfecto. Se impuso por 7-5 y 6-1 en una hora y 38 minutos para cerrar un torneo intachable. Resolvió sus tres primeros partidos (Georgia, Uruguay y Bélgica) ante rivales anónimos con autoridad. Y cuando llegó la hora de la verdad, cuando aparecieron Kyrgios y Lajovic, cumplió a lo grande. De la lección ante el australiano a la enésima muestra de fiabilidad ante el serbio. Cinco partidos y cinco victorias. Bautista dio el primer paso para confirmar a España como el mejor equipo del mundo.
Nadal y Djokovic abandonaron los banquillos español y serbio cuando apenas se habían disputado tres juegos en el primer partido de la final. Los números uno se marcharon dialogando tranquilamente hacia sus respectivos vestuarios mientras Bautista comenzaba avasallando a Lajovic. Fue un arranque perfecto. El número dos de España se plantó en el fondo de la pista, se armó de paciencia en los intercambios y domó la agresividad del balcánico con un 3-0 de salida. Empujado por la grada del Ken Rosewall Arena, que más que Sidney parecía Belgrado, Lajovic reaccionó a base de pegarlo todo. Su respuesta a la puesta en escena de Bautista fueron tres juegos seguidos para equilibrar el partido. El español, con su mezcla de serenidad y frialdad, supo mantener el tipo sin alterarse. La paciencia fue su mejor arma cuando el serbio parecía haber cogido carrerilla. Siguió controlando el juego desde el fondo de la pista, ganando con autoridad su saque y metiendo en problemas a Lajovic con su servicio. Así logró evitar el tie break en el duodécimo juego con su segunda ruptura en el primer set. En poco más de una hora demostró quién mandaba.
Frenado el ímpetu del balcánico, Bautista se reenganchó al partido con el mismo ritmo con el que lo empezó. Es un diesel que cuando alcanza un ritmo sostenido apenas ofrece fisuras. Y así fue como encarriló el segundo set. Otro parcial, esta vez de cuatro juegos seguidos, dejó a Lajovic al borde del abismo. El serbio se revolvió con un break en el quinto, pero Bautista se lo devolvió de inmediato y cerró el primer punto para España en la final con su servicio.
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