La explicación de la jugada polémica entre el Sevilla y el Espanyol

La gran polémica arbitral esta jornada llegó en el Sevilla-Espanyol, debido a que se trató de una jugada que se produce pocas veces y ni los entrenadores de ambos equipos, Lopetegui y Abelardo, respectivamente, supieron explicar. Sergi Gómez hace una entrada a Calleri al borde del área. Cordero Vega, el árbitro de campo, no ve nada y deja seguir. Desde el VAR, González González considera que es tarjeta roja porque piensa que hay falta y es una ocasión manifiesta de gol. Por eso avisa a su colega en el césped, que lo va a revisar. Cordero Vega lo ve en la pantalla y pita falta y amarilla. Y de esa falta llega el 1-1 de Embarba. El lío estaba servido. La primera pregunta que todo el mundo se hace: ¿ha ido a ver una falta al borde del área? Eso es saltarse el protocolo del VAR, que dice que la tecnología sólo se utiliza para cuatro acciones, los goles, las rojas directas, los penaltis y la equivocación de identidad. En realidad, no se incumple el protocolo porque el que le avisa piensa que es tarjeta roja. El árbitro de campo, al comprobar las imágenes, lo que tiene que hacer es pitar lo que vea, y para él no era de roja por la cercanía de otro jugador del Sevilla, Diego Carlos; no era, por tanto, una ocasión manifiesta de gol, sino que era un ataque prometedor, que se sanciona con amarilla.

El conflicto viene porque la interpretación que hace el árbitro de campo y el de VAR es diferente. ¿Pero el VAR no actuaba sólo en las jugadas claras y manifiestas? Sí, pero también desde el Comité Técnico de Árbitros se ha advertido que ahí está el quid de la cuestión: determinar qué jugadas son rotundas, claras... Es evidente que para González González era una roja evidente y por eso avisa a Cordero Vega, que no considera una acción de expulsión.

Una vez que lo revisa en los monitores tiene que pitar lo que ve, de ahí que es correcto que pueda señalar falta y amarilla. Es más si, por ejemplo, y es un supuesto, al revisar esa acción viera que unos metros más allá se produce una agresión de otro futbolista que se le pasó al VAR, también podría sacar roja por esa otra acción, aunque no fuera la que va a revisar en concreto. Y si González González hubiera considerado que simplemente era falta y amarilla (como pensaba Cordero Vega) no podría haberle avisado, porque para esas acciones no entra la tecnología. Pero como pensó que era de roja...

Se trata de una de las jugadas más complejas que se han producido desde que se implantó el VAR hace una temporada y media larga. Esta es la toma: