Djokovic vence en su estreno en Dubái: ¿qué tiene que pasar para que Nadal le quite el número uno?

Cada uno en una parte del mundo, Rafa Nadal y Novak Djokovic vuelven a la actividad y retoman la pelea por el número uno del mundo, que está más igualada que nunca en los últimos tiempos y que puede ver cómo los dos tenistas se van alternando prácticamente por semanas. El serbio le arrebató el primer puesto al zurdo con la conquista del Abierto de Australia y de la Copa ATP, pero la distancia entre ellos es de apenas 325 puntos y desde ayer los dos tienen torneo. Nole juega en Dubái, donde causó baja el año pasado, de ahí que no defienda puntos y sólo pueda sumar. El máximo serán 500, aunque los primeros 45 ya se los ha asegurado, superando a Jaziri en una cómoda primera ronda (6-1 y 6-2). Es el decimocuarto partido consecutivo que gana el serbio en 2020, donde permanece invicto. Nadie pudo con él en la Copa ATP ni en Melbourne.

Nadal, por su parte, juega en Acapulco, como es costumbre las últimas temporadas, en las que el torneo pasó de disputarse en tierra batida a hacerlo en pista dura. En 2019 fue derrotado en octavos de final, de ahí que tampoco defiende una cantidad enorme de puntos, sólo 45. Lo máximo que puede sumar si se lleva el torneo son 455, pero se le abren las posibilidades de recuperar esta misma semana la corona de la ATP. Para hacerlo, tiene que proclamarse campeón y que Djokovic no alcance las semifinales en Dubái. De cualquier manera, todo lo que sea ganar en México y que su rival no lo haga en el emirato, apretaría todavía más la clasificación antes de la disputa de los dos primeros Masters 1.000 del curso, Indian Wells y Miami.

El camino de Rafa comienza con Pablo Andújar y le puede llevar, si no fallan los favoritos, por tenistas como el australiano De Miñaur, que ya le hizo pasar un mal rato en la Copa ATP, el serbio Lajovic, Wawrinka y Zverev o Kyrgios, que fue su verdugo la temporada pasada. Las dificultades para Djokovic pueden llegar en los cuartos de final. En segunda ronda, el serbio juega contra el veterano Kohlschreibor, pero después su teórico rival es el ruso Khachanov, que ya sabe lo que es derrotarlo. Monfils en semifinales y, sobre todo, Tsitsipas en una supuesta final serían sus supuestos mayores obstáculos.

Djokovic ha derrochado simpatía desde que llegó a Dubái. En los días previos su imagen dio la vuelta al mundo por jugar un rato en las calles de Belgrado con unos aficionados o por retar en redes sociales a sus seguidores a bañarse en un río de agua helada, después de haberlo hecho él. Antes del torneo dio varias entrevistas en las que admitió que tiene un grupo de whatsapp con Nadal y Federer en el que todos son activos, y cada vez que uno escribe el resto siempre responde. El suizo será el gran ausente en este tramo de la temporada después de haberse operado la rodilla derecha. No volverá hasta Wimbledon, por lo que no estará en Roland Garros para seguir la pelea de los Grand Slams, que ahora lidera él con 20, aunque tiene el tiempo en contra (38 años); seguido de Nadal, con 19 títulos y 33 años, y de Djokovic, con 17 y 32. Pero esa no es la única lucha que tienen. Si el serbio logra mantenerse en el número uno de manera continuada hasta octubre, podría arrebatar a Federer el récord de número de semanas en la cima de la ATP, que tiene en 310, por las 278 de Nole, que es tercero, tan solo seis por detrás de Pete Sampras. En ese ránking Nadal es sexto, algo alejado con 209.

La mejor noticia para el español en este comienzo de curso, aparte de un nivel notable de tenis, es que las lesiones le están respetando. Se ha pasado varias temporadas sin poder competir muy seguido en pista dura porque sus rodillas se resentían, pero desde hace tiempo no tiene problemas, lo que es casi una garantía de que llegará a las últimas rondas.