NBA
Houston Rockets o la revolución de los bajitos
Desde que han decidido jugar sin pívot y con cinco jugadores por debajo de los dos metros han ganado nueve de los últimos once partidos
Los Rockets de Houston se han convertido en las últimas semanas en la gran atracción de la NBA. Por sus victorias, nueve en los últimos once partidos, y por el camino que han elegido para lograrlas. La franquicia tejana decidió traspasar a su pívot titular, Clint Capela, antes del Fin de Semana de las Estrellas. Sus 2,08 se fueron a los Hawks de Atlanta para que el técnico de los Rockets, Mike D’Antoni, llevara a cabo su nueva revolución. Su equipo se juega sin pívots. Es el “small ball” llevado al extremo. Y por el momento los resultados le están dando la razón.
Los Rockets son la sensación de la Liga como pudieron comprobar los Grizzlies (140-112) la pasada madrugada. Con Russell Westbrook (33 puntos) y James Harden (30) a los mandos arrasaron al equipo de Memphis. Y lo hicieron siendo fieles a su nuevo estilo: 55 por ciento en tiros de campo y un brutal 23/50 en tiros de tres. Son cuartos en el Oeste, están a un partido de los Clippers y a dos de los Nuggets. A poco más de un mes para los playoffs se han convertido en uno de las grandes amenazas para los Lakers.
La apuesta de Mike D’Antoni se remonta a sus Suns de principio de siglo. En Phoenix, el técnico, que fuera base en Milán en su etapa como jugador, ya vislumbró lo de jugar sin un pívot puro y hacerlo a un ritmo frenético. Ahora su apuesta ha sido todavía más radical. En el quinteto ante los Grizzlies la altura media era 1,96 y es habitual ver cómo el salto inicial lo realiza un jugador precisamente de esa altura, James Harden. En el último partido sus dos jugadores de 2,13, Chandler y Hartenstein, no jugaron un sólo minuto. Y sólo Bruno Caboclo (2,06) y Jeff Green (2,03) dispusieron de minutos entre los jugadores de más de dos metros. El primero estuvo seis minutos en pista; el segundo, 23 y ambos son aleros.
El caso es que los número están dando la razón a la atrevida apuesta de Mike D’Antoni. Y no sólo con las victorias. Los Rockets defienden mejor (dos puntos menos por partido, dos robos más y más rebote defensivo), atacan mejor (el porcentaje de tres ha aumentado y pierden tres balones menos), Westbrook anota cinco puntos más y la diferencia en el rebote no perjudica al equipo. La piedra angular de los nuevos Rockets es uno de los bajitos: PJ Tucker. Este escolta de 1,95, 108 kilos y 2,06 de envergadura es capaz de defender a cualquier jugador en cualquier posición. La envergadura es otra de las claves del quinteto de bajitos de los Rockets. Harden mide 1,96, pero tiene una envergadura de 2,10; Convington está en 2,00 y 2,18; Westbrook, en 1,90 y 2,02... Y mientras tanto los Rockets siguen ganando.
La jornada dejó un nuevo triple doble de Luka Doncic. El esloveno anotó 26 puntos, atrapó 10 rebotes y repartió 14 asistencias en una nueva victoria de los Mavericks. Ricky Rubio (18 puntos, 6 rebotes y 10 asistencias) no pudo evitar la derrota de los Suns ante los Clippers. Y Willy Hernangómez dispuso de 19 minutos en el triunfo de los Hornets ante los Knicks. El pívot aportó 7 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias.
Resultado: Cleveland Cavaliers, 108-Philadelphia Sixers, 94; Washington Wizards, 110-Brooklyn Nets, 106; New Orleans Hornets, 107-New York Knicks, 101; Atlanta Hawks, 120-Orlando Magic, 130; Miami Heat, 126-Minnesota Timberwolves, 129; Houston Rockets, 140-Memphis Grizzlies, 112; San Antonio Spurs, 103-Dallas Mavericks, 109; Phoenix Suns, 92-Los Angeles Clippers, 102 y Utah Jazz, 103-Boston Celtics, 114.
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