Deportes
El Unión Berlín-Wolfsburgo también se detiene por los insultos contra el dueño del Hoffenheim
El encuentro acabó con empate por 2-2. El Schalke 04 ya ha advertido de que sus jugadores abandonarán el campo si se produce algún incidente en sus partidos
El partido que disputaron este domingo el Union Berlín y el Wolfsburgo, que se saldó con un empate a dos goles, fue interrumpido varios minutos por la exhibición de una pancarta con insultos al dueño del Hoffenheim, Dietmar Hopp, y a la Federación Alemana de Fútbol (DFB).
En el minuto 45, ultras del Unión desplegaron una pancarta con la leyenda «hijo de puta» y la imagen de Hopp encuadrada por la mira de un fusil. Antes, se había mostrado otra pancarta en la que se atacaba a Hopp y a la DFB por la prohibición a los aficionados del Dortmund de seguir a su equipo en los partidos a domicilio contra el Hoffenheim durante dos temporadas. Después de que la segunda pancarta se retirara, el partido se reanudó y no hubo más incidentes.
Hopp, fundador del consorcio SAP y multimillonario, ha impulsado del ascenso del Hoffenheim desde las categorías más bajas del fútbol alemán hasta la Bundesliga. Eso ha hecho que para algunos grupos de ultras -los más radicales han sido los del Dortmund- se haya convertido en un símbolo de la comercialización del fútbol.
El sábado, en Hoffenheim, en el partido que el equipo local perdió 0-6 ante el Bayern, también hubo pancartas contra Hopp y el partido se interrumpió cinco minutos. Tras la interrupción, y a falta de 13 minutos para el final, los jugadores de los dos equipos hicieron una especie de huelga de brazos caídos contra los ultras y se dedicaron a pasarse el balón en el círculo central y a conversar entre ellos. Durante este fin de semana también hubo insultos a Hopp en otros partidos de la Bundesliga.
En la DFB se ha acordado un plan de tres pasos a seguir en los partidos para hacer frente a pancartas insultantes o a otros incidentes similares. Primero se hace una advertencia, luego se pasa a interrumpir el encuentro durante cinco o diez minutos y, si hay un tercer incidente, el partido se cancela definitivamente.
Sin embargo, el Schalke, que jugará el próximo martes en cuartos de final de la Copa de Alemania en casa contra el Bayern y el sábado próximo contra el Hoffenheim en liga, ha advertido, a través de su director deportivo, Jochen Schneider, de que el equipo dejará el campo cuando se produzca el primer incidente.
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