Juegos Olímpicos

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Así está el deporte femenino español para los Juegos de Tokyo

El foro “La mujer y el deporte olímpico” impulsado por Iberdrola analizó la próxima cita olímpica con Jennifer Gutiérrez, Alejandra Quereda, Eva Moral y Andrea Sánchez

Andrea Sánchez, Jennifer Gutiérrez, Alejandra Quereda y Eva Moral, en la mesa redondo "La mujer y el deporte olímpico"
Andrea Sánchez, Jennifer Gutiérrez, Alejandra Quereda y Eva Moral, en la mesa redondo "La mujer y el deporte olímpico"CipriCipriano Pastrano

A 141 días para el arranque de los Juegos de Tokio, el deporte femenino español, protagonista de la mayoría de medallas conseguidas por nuestro país en Londres y Río, encara el tramo final de su preparación. Si algo no les va a faltar es la energía que les ha impulsado durante este ciclo olímpico, la de Iberdrola, estandarte del deporte femenino. En el foro celebrado en la sede de este diario, cuatro mujeres dedicadas al deporte profesional valoraron la progresión, las dificultades que aún viven y el apoyo de un patrocinador, «que da hueco y visibilidad a toda clase de deportes». Iberdrola apoya a 16 Federaciones lo que incluye en torno a 20.000 deportistas.

Iberdrola no es sólo la Liga de fútbol femenino, como bien saben en la Federación de Gimnasia Rítmica. Alejandra Quereda fue subcampeona olímpica en Río con el equipo español. Aceptó el cargo de seleccionadora cuando estaba en plena preparación para las oposiciones del MIR y mira más allá de los resultados: «Quien apuesta realmente por el deporte femenino no solo está para celebrar las medallas, sino que te acompaña en el camino hacia ellas. También hay que estar ahí cuando no llegan los resultados». Y es que el deporte femenino español va más allá de estrellas mundiales como Carolina Marín (bádminton) o Lydia Valentín (halterofilia).

La plata mundialista de Las Guerreras

Hace tres meses toda España sintonizaba con el balonmano femenino en su camino durante el Mundial de Japón. Las Guerreras, con Jennifer Gutiérrez entre sus integrantes, «eligieron» esta gran cita para reivindicarse alcanzando la final, en la que cayeron ante Holanda con polémica. Entonces todos los españoles parecían haber sido conquistados por Las Guerreras, escandalizados por una decisión arbitral que dejó a España sin el oro. El seguimiento de la selección contrasta con el carácter anónimo de la Liga. La mitad de las internacionales juegan en el extranjero. «El boom de las Guerreras fue una ola pasajera», comenta Jennifer. El equipo afrontará este mes el preolímpico en Liria (Valencia) donde esperan sellar su pase a Tokio. Jennifer milita en el Elche y este fin de semana juega en Porriño. Su objetivo y el de sus compañeras es que no sólo la selección acapare todos los focos, que la Liga Guerreras Iberdrola también merece seguimiento.

Consumir deporte femenino

Andrea Sánchez también pertenece a la Federación de Balonmano, pero a su disciplina más desconocida, el balonmano playa, en la que nuestra Selección femenina se proclamaba campeona del mundo hace cuatro años en Budapest. Andrea, como periodista, entiende imprescindible la difusión en los medios de comunicación, algo en lo que gracias a Iberdrola se está avanzando. «Si no sales en la Prensa, no existes. Ver la final de las Guerreras en un bar lleno de gente me pareció un hito, pero debería ser más corriente, algo más habitual. Poco a poco nos vamos metiendo en las casas de la gente y seguro que pronto también en los bares. Hay que crear el hábito de consumir deporte femenino», aseveró Andrea en el foro de LA RAZÓN.

El reto de los Juegos Paralímpicos

En el caso de Eva Moral, paratriatleta desde 2013, fueron las redes sociales las que le brindaron la oportunidad de conocer su deporte. «Antes de sufrir el accidente (de bici) yo ya practicaba triatlón, pero cuando mi vida cambió, la categoría en silla aún no estaba implantada en España. Conocí este mundo gracias a las redes sociales». Así iniciaba Eva hace unos años el reto no sólo de iniciarse en el deporte adaptado, sino de hacerlo en una categoría sin recorrido en España ni en los Juegos. Tokio será la primera cita paralímpica en acoger el triatlón en silla.

Como en el caso de Eva, estas cuatro disciplinas tienen sus dificultades añadidas. El balonmano playa, al estar concentrado en el calendario de verano, requiere de un compromiso particular de las deportistas por seguir ejercitándose por su cuenta durante todo el invierno. Y Alejandra Quereda vive la gimnasia, desde fuera del tapiz, con la responsabilidad de tomar decisiones cruciales en las carreras de sus deportistas, como elegir a la representante española de los Juegos. «Lo de los descartes es lo más duro. Pero al menos cuento con la ventaja de poder ponerme en su piel con facilidad, ya que hace muy poco estaba donde ellas. Solo pienso en decidir lo mejor para mi país. Ir más allá de los intereses individuales y mirar por el interés general», asegura Alejandra.

Por si esto fuera poco, en el camino de la preparación de estas atletas para Tokio se ha interpuesto un nuevo obstáculo desde hace semanas. Y es que la crisis del coronavirus está afectando a todos sus calendarios. «Hoy tendría que estar en Abu Dabi, concretamente en el hotel que acaban de abandonar los ciclistas que llevan allí varios días encerrados», desvela algo aliviada la triatleta Eva Moral, que precisamente en unos días tiene el Mundial en Milán y justo después otro compromiso en Yokohama (Japón). Pero aún así, todas ellas coinciden en que después de cuatro años de trabajo «nada nos puede distraer de nuestros objetivos, ni siquiera un virus».

Un ejemplo para las niñas

Como ellas mismas aseguran, los foros impulsados por Iberdrola han creado una fuerte comunidad. «Desde que nos conocemos, ahora todas seguimos las competiciones de las demás», confirma Andrea. En su recorrido por colegios e instituciones deportivas se han dado cuenta de algo muy importante y que les provoca un orgullo muy especial: «Hoy muchas niñas esperan dedicarse profesionalmente al deporte. Nosotras ni siquiera nos lo planteábamos como una opción sin tener que vivir de otro empleo. Para mí ésa es nuestra medalla más importante, la de haber roto el techo de cristal a las futuras generaciones». En caso de deportes como la gimnasia rítmica, muy apoyado en los centros escolares, o el balonmano los sueños empiezan a construirse desde muy pequeños. «No hay nada mejor que sentir que una niña quiere llegar a ser como tú o ver tu dorsal en su camiseta», reconoce emocionada Jennifer Gutiérrez, una de las grandes referencias del balonmano nacional.

Eva Moral cree que más allá de su disciplina particular, aún hay mucho trabajo por hacer en el deporte adaptado: «A los niños que tengan alguna discapacidad no se les puede mandar a la biblioteca en la hora de Educación Física. Hay que dejar la pena a un lado y enseñarles a disfrutar del deporte con naturalidad». Para ella ir a los Juegos ya sería el premio a estos seis años de superación, pero reconoce que eso no le impide soñar con una medalla. Esta campeona de Europa se hacía viral hace unos meses encima de un podio y no sólo por su hito deportivo, sino por la espontaneidad de su futuro marido, quien le pidió matrimonio en plena celebración.

En gimnasia rítmica y balonmano ya sienten la presión después de sus éxitos recientes, pero como recuerda Jennifer Gutiérrez, «ya eramos Guerreras antes de la plata». Alejandra Quereda, al ser preguntada por un pronóstico para el medallero de España en Tokio, se manifestó optimista sobre mejorar el palmarés de Río (17) y más prudente sobre la posibilidad de superar el de Barcelona (22). Pero sí reclama con rotundidad que se valoren más los diplomas, resultados del mismo esfuerzo.

En el foro también se comentó la anécdota que protagonizaba Nuria Cebrián, niña de ocho años que solicitó la creación de un álbum de cromos con las futbolistas de la Primera Iberdrola «para que se hicieran tan famosas como los chicos». Las cuatro protagonistas del foro «La mujer y el deporte olímpico» impulsado por Iberdrola ven posible que dentro de poco comiencen a sucederse cambios así. «La implicación durante estos años de la compañía ha generado un efecto en cadena en otras muchas empresas, ya que el deporte femenino es un gran valor para ellas», asegura Andrea. «Aunque también bebemos de generaciones anteriores, nos sentimos pioneras de una nueva forma de entender el deporte femenino, simplemente como deporte».

Fe de erratas: En las páginas 58-59 dedicadas al foro «La mujer y el deporte olímpico» de la edición de papel del día 5 de marzo, en la declaración de Eva Moral en la que aparece «niños con minusvalía», su frase exacta fue: «A los niños que tengan alguna discapacidad no se les puede mandar a la biblioteca en la hora de Educación Física».