El Chiringuito
Puños fuera: No se dio la talla en el Villamarín
El Real Madrid tenía la necesidad de conseguir la victoria en el Benito Villamarín para no estropear su gran triunfo en el Clásico contra el Barça. Zidane se había encontrado con tres bajas inesperadas, las de Carvajal, Isco y Nacho, que sumadas a las de Asensio y Hazard le complicaban el once titular. Los blancos eran conscientes de que les quedaban 12 finales ligueras con la de anoche y la verdad es que casi siempre faltó intensidad y ritmo. De hecho, ya en el primer tiempo fue el Betis el que tuvo la ocasión más clara, aunque Courtois, que sigue en gran momento de forma, realizó un paradón a un gran remate de Fekir.
Penalti claro y poco más
No extrañó que Sidnei adelantara a los suyos tras una sucesión de errores madridistas. Se salvaron los muebles con el claro penalti de Sidnei a Marcelo y esta vez Ramos le dejó aumentar su cifra goleadora a Benzema, que empató. No, no fueron los 45 minutos que exigían el partido y el equipo de Zidane estaba obligado a echar el resto porque ese empate le devolvía el liderato a un Barça menor y que está de pena, pero al que no se le pueden conceder ventaja con tropiezos inesperados en estos campos. La cosa iría a peor…
Toca levantarse otra vez
No mejoró el equipo de Zidane y volvió a ser el Betis el que tuvo una ocasión por medio de Joaquín que taponó Modric. Además, se rompió Marcelo, entró Mendy y la cosa no pintaba bien para el equipo madridista. Zidane trató de reaccionar con la entrada de Mariano por Kroos, que no estuvo fino ayer, como casi nadie en el conjunto blanco. Pero al menos el equipo se agitó un ratillo y Mendy lanzó un disparo al palo, aunque todo se quedó en gaseosa. Era difícil que el Real Madrid sacase algo positivo jugando ayer con su peor versión y Tello sentenció el partido con una derrota inesperada, que duele. Toca levantarse otra vez.
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