LaLiga Santander
Los cinco errores de Zidane que le marcan en el Real Madrid
Al entrenador blanco se le achacan algunas decisiones que ha tomado en los últimos días
El Real Madrid de Zidane está dejando pasar ya varios trenes que podían haberle acercado al título de una Liga que ha bajado de exigencia. El equipo del entrenador francés ha mejorado sus números respecto a la temporada pasada y, sin embargo, con eso no le da, ahora mismo, para estar delante del Barcelona en la clasificación. La sensación es que se han dejado pasar varias oportunidades para dar un paso adelante y despejar el horizonte.
No lo ha hecho el Real Madrid. Ni cuando jugó mejor que nadie consiguió dejar atrás a un Barcelona confuso ni después del golpe del Clásico ha logrado quitar del camino a un rival que se agarra a Messi como un náufrago, pero que aún así ve que tiene dos puntos de ventaja. Pocos dudan de que el Barcelona va a fallar en lo que queda de temporada. Pero ¿va a poder el Real Madrid recuperar la firmeza que sí tuvo durante algunas largas semanas?
Zidane es el entrenador de las tres Champions, eso quedará para siempre, pero sí que se le está echando en cara algunas decisiones controvertidas que han dejado tocado al equipo.
El partido contra la Real Sociedad
La Copa del Rey se presentaba como una oportunidad de acercarse a un título en invierno y sin embargo, el Real Madrid jugando en casa, lo dejó escapar. Ese partido fue el que marcó el comienzo de la crisis actual, de las dudas que no han abandonado ya a un equipo hasta entonces seguro de sí mismo. Zidane jugó con Brahim y James, dos futbolistas que hasta ese momento (y desde entonces) no han contado para nada en el equipo. Fue una derrota que ha marcado demasiado al grupo y el entrenador no ha conseguido hacerla olvidar.
Rotaciones
Zidane va a muerte con su plan: tiene que tener al vestuario contento y de su parte, porque considera que ese es el factor fundamental para conseguir los títulos. Ya lo demostró en el famoso capítulo de Kepa y Keylor Navas, cuando dejó escapar al portero vasco porque no quería que se rompiera la paz del vestuario. A costa de mantener a todos los futbolistas enganchados, en cada alineación va a haciendo cambios. Y ya no se sabe si es porque cada partido lo lee de una manera y le exige distintas decisiones o porque no tiene claro cuál es el equipo titular. La segunda parte contra el Barcelona parecía que era una pista, sobre todo en el centro del campo: Kroos, Casemiro, Valverde e Isco. El último no pudo jugar en Sevilla y sin embargo, Zidane decidió hacer otro cambio más y dejar en el banquillo a Valverde. Y el Real Madrid echó de menos su corazón.
Centros al área
23 balones al área por partido pone el Real Madrid. Los mismos que el Eibar y uno menos que los que pone el Sevilla, otro equipo con evidentes problemas a estas alturas de la temporada. Lo que puede ser una solución de emergencia, un modo de superar los malos momentos ante equipos cerrados, se convierte en un hábito que deja de tener sentido si no hay un rematador claro o los centros se hacen desde lejos y casi sin apuntar. El Madrid abusa de ese recurso lo que da a entender que tiene algunas lagunas ofensivas o que llega a un punto en el que está muy desesperado.
Lesiones
No es culpa de Zidane, pero las lesiones están siendo una zancadilla tras otra en el Real Madrid. El primero que cayó fue Asensio cuando parecía en mejor estado que la temporada pasada; después el equipo ha ido sufriendo contratiempos continuos que en el caso de Hazard, por ejemplo, han supuesto un bajó evidente en el nivel de ataque del grupo. El belga estaba siendo de los mejores las dos veces que se lesionó y el Real Madrid ha tenido que reinventarse para suplirle. Las últimas malas noticias son que ni Marcelo ni Courtois pueden jugar contra el Eibar ni el Manchester City.
Motivación
Uno de los problemas del Real Madrid en los últimos años es que LaLiga se le hacía demasiado larga. Puede que haya vuelto a pasar eso, que los jugadores no encuentren la motivación necesario para partidos, digamos, engorrosos, como la segunda parte en el campo del Levante o en el Benito Villamarín o en Malloca. Zidane tampoco ha encontrado la tecla para convencer a los jugadores de que esto es muy largo y que la imagen que dejaron contra Osasuna o en Valladolid se tiene que repetir todos los días, sin descanso, porque LaLiga es muy larga y exige mucha concentración. El nivel mostrado contra el Barcelona o el Atlético o el Sevilla no se ha visto en duelos contra equipos menores y eso lastra al Real Madrid.
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