Coronavirus
Cancelado el GP de Australia de Formula 1 por el coronavirus
La temporada 2020 arrancaba este fin de semana en Melbourne, pero el positivo en covid-19 de un ingeniero de McLaren y las presiones de los equipos y pilotos ha precipitado la decisión de los organizadores y la Federación
La crisis que está generando el COVID-19 no es ajena al deporte y ayer mismo se cancelaron, por tiempo definido en unos casos e indefinido en otros, muchas especialidades como LaLiga Santander de futbol y LaLiga Smartbank, dos partidos de UEFA Champions League, la NBA y así infinidad de competiciones locales, nacionales e internacionales. Pero en las antípodas de esta actitud, la Formula 1 vivió en Australia un capítulo bochornoso con una decisión que tardó en llegar. La suspensión de la carrera estuvo encima de la mesa desde por la mañana en Melbourne y ya de madrugada todavía no había una decisión tomada. Llegó a las 12 de la noche española y por la mañana en Australia. Los hechos comenzaron el martes por la tarde cuando seis personas que trabajan en la F-1 y que ya estaban en la ciudad australiana empezaron con síntomas claros de coronavirus. Aislarse en la habitación del hotel fue la primera medida que tomaron e inmediatamente se les practicó el test del COVID-19. Las personas afectadas eran un ingeniero del equipo McLaren, cuatro mecánicos de la escudería HAAS y un fotógrafo local. Finalmente, el miembro de McLaren dio positivo y minutos después de conocer el resultado la estructura de Woking anunciaba que se retiraba del Gran Premio, que debía disputarse este domingo y que marcaba el inicio de la temporada. La decisión fue tomada rápidamente por Zak Brown y Andreas Seidl para evitar más contagios entre la plantilla y eso provocó la reacción de las otras escuderías. Tanto la Federación Internacional como Liberty, promotor de la F-1, convocaron a los equipos a una reunión conjunta en el centro de Melbourne para evaluar la situación. Previamente, e incluso antes de conocer el positivo por coronavirus del empleado de McLaren, los organizadores se encontraron con declaraciones como las de Lewis Hamilton: “Estoy muy sorprendido de que estemos aquí, está bien que tengamos carreras, pero me sorprende que estemos todos en esta sala. El mundo está reaccionando, quizás demasiado tarde, Trump ha cerrado la frontera con Europa, la NBA ha parado y la Fórmula Uno continúa", manifestó Hamilton en la rueda de prensa en el circuito de Albert Park. También Sebastian Vettel se pronunció sobre el tema: “Es difícil tener un juicio adecuado de lo que sucede, pero te das cuenta de que tienes muchas competiciones que se han pospuesto o cancelado. Es lógico preguntarse por qué estamos aquí. Obviamente la FIA toma las precauciones posibles, pero te puedes preguntar cuánto se puede evitar. Has de cuidarte lo máximo posible", señaló el alemán.
La reunión entre equipos y organizadores arrancó ya de noche en Melbourne y a las cinco de la madrugada todavía no había anuncio oficial, ni en un sentido ni en otro. Las autoridades australianas estaban por mantener la celebración del Gran Premio, los equipos por todo lo contrario, y tanto FIA como Liberty parecían mirar más por las consecuencias económicas que por otra cosa. En juego estaban más de 50 millones de euros, indemnizaciones millonarias y disputas jurídicas para ver quién asume el coste del aplazamiento y, sobre todo, qué entidad decretaba posponer el evento.
Conforme otras federaciones y promotores confirmaban el “cierre” de sus deportes, en Melbourne la tensión se disparaba (Ferrari, Mercedes, Renault no querían correr y el resto sí) y ya amaneciendo ni los miembros de los equipos y todos los trabajadores de la F-1 desconocían si debían o no trasladarse al circuito. Antes, las únicas medidas sanitarias adoptadas eran evitar saludarse con las manos, restringir el número de personas en una sala que acogiera cualquier conferencia de prensa y poco más. Porque el tradicional paseo por los boxes del publico no se suspendió y como es habitual estuvo lleno. En Australia, que tiene una población de 25 millones de habitantes, en la actualidad existen 100 contagios y tres personas fallecidas por COVID-19. Finalmente la FIA anunció el aplazamiento de la carrera y de momento se desconoce si la temporada empezará en Barein la próxima semana.
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