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Marcos Llorente, un atleta entre futbolistas

El héroe del Atlético en Anfield cuida su alimentación con la paleodieta y es un “loco” del trabajo físico

FOOTBALL - UEFA CHAMPIONS LEAGUE - 1/8 - LIVERPOOL v ATLETICO MADRID
Marcos Llorente marcó dos goles en la victoria del Atlético en LiverpoolCRAIG GALLOWAY/Pro Sports Imag/AFP7/Europa PressCRAIG GALLOWAY/Pro Sports Imag/A

«Llorente, Llorente», era el improbable grito que se escuchaba en Anfield al concluir el partido que cerraba la eliminatoria entre el Liverpool y el Atlético de Madrid. Marcos Llorente acababa de cambiar el destino de su equipo con dos disparos desde fuera del área y también el suyo.

El centrocampista fue un empeño de Simeone durante muchos años, desde que demostró que era un futbolista de primera en el Alavés. Estaba por delante de Rodri en las preferencias del Cholo, aunque el ahora futbolista del City llegó antes y fue su salida la que permitió a Marcos llegar al Atlético.

Sin embargo, le ha costado hacerse un hueco en el equipo. En la Champions no debutó hasta la quinta jornada, en el Metropolitano contra el Lokomotiv de Moscú. Y en Liga no completó un partido hasta la jornada 22, en el Bernabéu contra el Real Madrid.

Pero Marcos nunca ha perdido la fe. Es un hombre estricto, en el trabajo como en la alimentación, algo heredado de su padre. A Paco Llorente le llamaban «El Lechuga» cuando jugaba en el Real Madrid por su dieta basada en los vegetales. Marcos es seguidor de la paleodieta. Sólo come productos biológicos, pero nada de lácteos ni trigo ni procesados. Sólo alimentos que estuvieran disponibles en el Paleolítico. Nada que no pudiera consumirse antes del Neolítico.

Cuando jugaba en el Alavés era su padre el que le llenaba la despensa de alimentos biológicos en sus viajes desde Madrid. Allí coincidió con Ibai Gómez. Juntos son socios del restaurante de comida sana Naked & Salted. Allí el hummus es un clásico, igual que las pizzas con base de quinoa.

El centrocampista del Atlético solía colgar tablas de ejercicios en sus redes sociales, lo que explica los abdominales que luce cuando se quita la camiseta. Pero al ejercicio lo acompaña con un descanso medido, nueve horas de sueño en una cama «inteligente» que desecha la radiación electromagnética y rejuvenece disminuyendo el efecto de la edad biológica.

Llorente cuida su alimentación y su descanso y se esfuerza por ganarse la confianza de Simeone. Todavía le cuesta darle el mando del equipo por delante de la defensa. Prefiere aprovechar su privilegiada condición física para que defienda en una banda o para llegar arriba y buscar el remate, como hizo en Liverpool.

Con el equipo acorralado en su área, el Cholo vio en las piernas de Llorente una salida hacia el área contraria, adonde sólo llegaba Joao Félix. Desde el banquillo lo animaba a conducir la pelota hasta el área contraria. Lo que sorprendió a todos fue su disparo desde fuera del área. A todos, menos a su entrenador. «Entró Llorente para dar un poco más de fortaleza y de piernas porque Diego [Costa] ya lo había dado todo», explicaba el Cholo después del partido. «Para algunos el cambio de Llorente fue defensivo, pero les invito a ver los entrenamientos, en los que suele hacer lo que ha hecho hoy», añadía. Aunque resulta complicado ver cómo se maneja Llorente en los entrenamientos, cerrados al público y a la prensa por el técnico rojiblanco. «Tiene un gran golpeo y tiene sobre todo un gran paso de tres cuartos hacia delante encontrando espacios», explica Simeone.

El centrocampista, que lleva el número «14» en la camiseta, el mismo que vestía el Cholo cuando jugaba, vive ahora su mejor momento de la temporada. Los cuatro partidos completos que ha jugado esta temporada han llegado en los últimos seis partidos de Liga y los dos goles de Liverpool le sirven para reclamar el protagonismo que le faltaba en el equipo. Simeone premia el trabajo, sólo hay que tener paciencia para adaptarse.