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La noche en que Drazen Petrovic volvió a ser trending topic

El motivo es la reposición de la final de la Recopa de 1989 ante el Snaidero en Teledeporte. Anotó 62 puntos y los blancos se proclamaron campeones por 117-113

El Real Madrid, campeón de la Recopa en 1989
El Real Madrid, campeón de la Recopa en 1989larazon

La nueva parrilla de Teledeporte propiciada por la pandemia del coronavirus incluye esta noche la reedición de la final de la Recopa de Europa de baloncesto de 1989 entre el Real Madrid y el Snaidero de Caserta. Aquel partido acogió la mejor actuación individual en la historia de las finales continentales. Para culminar la noche homenaje a Drazen Petrovic, Teledeporte emite a continuación el “Conexión Vintage” correspondiente al genio croata.

14 de marzo de 1989, Atenas. El enviado especial de Radio Televisión Española a la final de la Recopa de Europa entre el Real Madrid y el Snaidero de Caserta se encuentra con los jugadores del equipo blanco en las inmediaciones del Partenón. Sí, la misma mañana del partido. Pregunta a Drazen Petrovic, la gran estrella del equipo: “Drazen, ¿has visto el Partenón?”. La respuesta del croata: “El Partenón es esta tarde en el Palacio”. Horas después el genio de Sibenik protagonizaba la mayor exhibición individual de la historia en una final europea. Hoy se cumplen 31 años de los 62 puntos que Petrovic anotó en un partido legendario.

El antes, el durante y el después de aquella final hicieron todavía más grande aquella actuación. Aquel Real Madrid ya había ganado la Copa del Rey, llegaba con un pleno de victorias ante el Barça y con Petrovic anotando casi 30 puntos por partido. La final fue más allá. Y eso que el partido arrancó con Drazen tapado. Fueron Johnny Rogers y José Biriukov los primeros en liderar el festival anotador. El alero de origen estadounidense y luego nacionalizado español, el que llamaba a su entrenador “Loulou”, anotó sus primeros seis lanzamientos sin fallo. El escolta de origen ruso lo hizo con sus tres primeros triples. El balcánico tardó en aparecer, pero cuando lo hizo... Al descanso ya había anotado 26 puntos. El marcador reflejaba un escandaloso 60-57 en un tiempo de 20 minutos, nada de cuartos.

El show continuó en la segunda parte. Drazen anotó otros 25 puntos, aunque estuvo a punto de estropearlo todo con una perdida a ocho segundos del final que dejó a los italianos una posesión para ganar la final. Una falta de Biriukov, que él mismo reconoció, pero fuera de tiempo permitió al Madrid alcanzar la prórroga (102-102). Con Rogers y Biriukov eliminados; con Fernando Martín jugando con un pulgar roto como se supo luego... Ahí Drazen sumó once puntos más, los mismos que todo el equipo italiano. Los números de la final fueron un escándalo. Petrovic anotó 62 puntos en 45 minutos. No descansó un segundo. Hizo 12/14 en tiros de dos; 8/16 en triples y 14/16 en tiros libres. A esa burrada respondieron Oscar Schmidt Bezerra con 44 puntos en 42 minutos y Ferdinando Gentile -el padre del exjugador del Estudiantes- con 34 en 42 minutos.

El Madrid levantó el título, pero la mayoría de la plantilla no lo celebró como suyo. El colmo para el núcleo duro de los jugadores españoles fue en el avión de regreso a Madrid con el título. Con toda la plantilla mosqueada, el presidente Ramón Mendoza llamó a Drazen a la parte delantera del avión para brindar con él y con el trofeo. Era lo que faltaba. Lolo Sainz tuvo que pasarse el resto de la temporada intentando domar unos egos desbocados. El técnico trató de autoinculparse por la actuación de Petrovic. “Le dije en el descanso que estaba aquí porque el Madrid necesitaba títulos y que yo estaba encantado de que repartiera asistencias, pero necesitábamos que fuera algo más egoísta y que metiera puntos”, ha confesado “Loulou”, como le llamaba Rogers. Algún compañero como Romay ha reconocido que “aquella no fue la victoria de un equipo, fue la victoria de un jugador”. La plantilla lo vio como uno de los últimos argumentos que ofreció el croata para convencer a los Portland Trail Blazers para su desembarco en la NBA. Y así fue. La siguiente temporada su casa estaba en Oregón.