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Coronavirus

Sanidad da el sí al fútbol, pero no a sus test masivos

“Serán básicos o individuales" para aquellos que presenten síntomas o hayan convivido con afectados. La próxima semana arrancarán los entrenamientos individuales

Varios.- El GTID se compromete a salir de la crisis por la COVID-19 "con soluciones sobre la mesa"
La presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), Irene LozanolarazonCSD

El ministerio de Sanidad, a través del Consejo Superior de Deportes y atendiendo a las órdenes de Moncloa, ha dado luz verde a los planes del fútbol español.Los futbolistas de LaLiga Santander y LaLiga SmartBank se entrenarán de forma individual a partir de la próxima semana y no habrá test masivos en el comienzo del retorno a la actividad tras el parón por la crisis sanitaria por la COVID-19. El Grupo de Tareas de Impulso al Deporte (GTID), un organismo creado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez y que integran, entre otros, a representantes de LaLiga, la RFEF, la AFE, el COE la ACB o la ABP, volvió a reunirse ayer de forma telemática para confirmar la importancia que quiere dar el Gobierno al regreso del fútbol dentro de la «nueva normalidad» que llegará al final de la desescalada. Eso sí puntualizando que los test masivos que pretendía en un principio LaLiga y que despertaron críticas de algunos clubes y algunos futbolistas no se van a realizar.

La reunión ha significado un nuevo éxito para el CSD de Irene Lozano después de la foto del Pacto de Viana junto a Javier Tebas y Luis Rubiales. Desde el Ejecutivo se ha insistido hace semanas que el retorno del fútbol era una pieza clave para empezar a superar la pandemia. Y LaLiga ha sabido rebajar sus pretensiones, moderar sus declaraciones y asumir que debía ir de la mano del Gobierno en toda la materia sanitaria. Por eso se ha visto obligada a dar algún paso atrás como era la intención inicial de realizar test masivos. El objetivo inicial de Tebas era seguir el modelo alemán y hacérselos a todos los estamentos de los clubes antes de comenzar los entrenamientos, pero el rechazo de varios clubes y de numerosos futbolistas alertó al Gobierno. De la intención inicial de hacerlo en la última semana de abril se ha pasado a la primera de mayo. Por eso el CSD ha anunciado que los citados test se llevarán a cabo según la orden ministerial «SND/344/2020» de 13 de abril del Ministerio de Sanidad. Traducido: los test se aplicarán sólo a los jugadores que hayan padecido síntomas, hayan convivido con personas que hayan enfermado por la COVID-19 o a aquellos miembros de los clubes que pertenecieran al personal sanitario, socio-sanitario o hubieran trabajado en otros servicios esenciales.

La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ha pasado de su beligerancia inicial –no querían ser utilizados «como monos de feria», como informó La RAZÓN– a aplaudir la medida con dos llamadas de atención: la preocupación por los posibles contagios en el arranque de los entrenamientos y la negativa a las concentraciones que se prolonguen más allá de cinco días. Ante esta postura, el CSD ha subrayado que los plazos y las medidas de desescalada estarán marcadas en cualquier caso por la evolución de la pandemia. Al tratarse de un fenómeno, «muy dinámico», según el CSD, el avance o retroceso en la toma de medidas dependerá de cómo se desarrolle.

¿Y cómo es la situación en el resto de Europa? En Alemania, la Bundesliga arrancó ayer con sus test de la COVID-19 a sus jugadores sin haber concretado cuándo se reanudará la competición. La canciller alemana, Angela Merkel, y los líderes regionales han postergado la toma de una decisión a la próxima semana. Cada jugador deberá pasar al menos dos test para descartar un contagio y eso da una cifra de hasta 20.000 análisis que ha desatado una considerable polémica en el país. En Francia la polémica no existe. El PSG fue proclamado ayer campeón de la Ligue 1.

En Italia la situación es muy diferente. Hay una guerra abierta entre la Federación y el Gobierno de la República. Sin acuerdo y sin protocolo, el fútbol pretende reanudar la actividad para no llegar a perder 700 millones de euros. Los políticos están dispuestos a seguir el modelo francés y ordenar la clausura de la Serie A hasta la próxima temporada.