Boxeo
Cuando Enrique Sarasola “adoptó” a Poli Díaz
Se cumplen 30 años del séptimo campeonato de Europa del “Potro de Vallecas”, que derrotó al italiano Stefano Cassi en el Palacio de los Deportes
“Dios es mi cuñado”, solía decir Poli Díaz en sus años de esplendor, que tenía una hermana monja. Pero no fue Dios el que impulsó su carrera sino Enrique Sarasola, un empresario de moda de los años 80, amigo de Felipe González, que lo “adoptó” cuando apenas había superado la mayoría de edad.
El 31 de mayo de 1990, hace hoy 30 años, Poli se proclamaba campeón de Europa por séptima vez ante el italiano Stefano Cassi por KO en el tercer asalto. Fue la cima de Poli, que había devuelto al boxeo el esplendor de los años 70 a pesar de que Televisión Española no ofreciera sus combates.
Poli era el juguete de la “jet set”. Eran muchos los famosos que ocupaban las gradas del Palacio aquel día. Por él y por Sarasola, el padre del empresario hotelero del mismo nombre. “El Potro de Vallecas" tenía 22 años y estaba a punto de dar el último paso hacia la cima de su carrera, el campeonato del mundo.
Todavía tendría que esperar un año para enfrentarse a Pernell Whitaker en una pelea histórica que mantuvo a España pegada al televisor hasta las tantas de la mañana. Poli viajó a Estados Unidos sin la compañía de Enrique Sarasola, el hombre que le había prometido que le haría disputar el campeonato del mundo cuando acababa de cumplir los 18 años y sólo era campeón de España.
Allí se empezó a romper la relación entre Poli Díaz y Enrique Sarasola, que se tuvo que quedar en Madrid atendiendo cuestiones judiciales. Ricardo Portabales, el arrepentido que dio origen a la operación “Nécora" lo había relacionado en sus declaraciones con un famoso traficante de armas y aquello le impidió acomañar a Poli hasta las puertas del sueño que habían compartido hasta entonces.
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