Coronavirus
Así será el protocolo anti coronavirus en el “paddock” de MotoGP
Equipos aislados, catering personalizado y medición de temperatura al entrar
La nueva normalidad dentro de los circuitos de MotoGP va a terminar, al menos por el momento, con muchas de las costumbres típicas de la familia del motociclismo. Charlar después de una sesión de clasificación con miembros de un equipo distinto al tuyo: prohibido. Compartir un momento con los comisarios y demás trabajadores habituales de cada trazado que se visite: ni hablar. Y cenar en un restaurante de la ciudad más cercana para despejar las ideas el jueves por la noche antes de que todo empiece: imposible.
Para que MotoGP pueda reanudarse después del coronavirus hay un protocolo estricto que Dorna se ha comprometido a seguir a rajatabla con los distintos gobiernos. La responsabilidad de los organizadores es enorme, aunque avisan de que si para mediados de julio (el 19 de ese mes está prevista la primera carrera en Jerez) la cosa ha mejorado, puede que algunas de las medidas se flexibilizasen.
Pero a día de hoy, el «paddock» que se van a encontrar los pilotos cuando vuelvan a competir estará lleno de compartimentos estanco y el aislamiento será la nota predominante. Así lo explicó ayer Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna y el encargado de negociar con las autoridades de cada país para que las motos puedan volver a arrancar. No quieren que nada se les escape y por eso los mecanismos de control van a empezar a muchos kilómetros de distancia de la puerta de cada circuito. «Habrá un examen médico antes de que los pilotos salgan de sus zonas de residencia y será el especialista el que determine si necesitan o no un test de coronavirus. Al llegar al destino, otro control y toma de temperatura cada vez que se entre en el ‘‘paddock’’», detallaba Ezpeleta. Habrá una persona responsable de que todo se cumpla y se mirará con lupa cualquier posible síntoma que aparezca. «Estaremos encima de la gente para asegurarnos de que están sanos. Todo está previsto para aislar a aquellos que tengan síntomas», continuaba Carmelo.
Se acabaron los bufés a la hora de comer y cenar en los hospitality de los equipos. La nueva fórmula será un catering personalizado, con la comida envasada de manera hermética. Además se va a garantizar que la familia itinerante de MotoGP se limite a ir del circuito al hotel y viceversa. Nada de escapadas que puedan poner en riesgo el aislamiento generado por este protocolo. Se va a evitar cualquier relación con el personal habitual del trazado y con la gente de la zona para esas casi 1.300 personas que van a estar presentes durante los fines de semana de carreras. En las últimas reuniones con la MSMA (la asociación de constructores) se ha acordado aumentar en cinco el número máximo de trabajadores de los equipos de fábrica de la categoría de MotoGP. Estas escuderías pasarán de 25 a 30 efectivos, mientras se mantienen los 20 para Moto2 y los 15 en el caso de Moto3.
El plan sigue siendo hacer el grueso del Mundial en suelo europeo entre mediados de julio y principios de noviembre, para después de esa fecha tratar de completar el calendario con hasta cuatro carreras en «ultramar». «Se han cancelado Japón y Australia, pero nos quedan Malasia, Tailandia, Argentina y Estados Unidos, que están a tiempo de realizarse. Nos hemos comprometido a que a principios de agosto, como muy tarde, comunicaremos cuántas de estas pruebas se realizan finalmente», confirmaba Ezpeleta, que todavía está a la espera de que Sanidad dé luz verde definitiva al arranque en Jerez con una cita doble el 19 y el 26 de julio en el circuito Ángel Nieto.
La semana que viene confían en poder presentar un calendario definitivo de la parte europea del Mundial, en la que habrá varias carreras en fines de semana consecutivos en un mismo lugar. De momento, los pilotos ya entrenan con motos de velocidad en el Red Bull Ring de Austria, en Misano y en Montmeló, que ha conseguido la catalogación de Centro de Alto Rendimiento.
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