Fútbol
La conexión entre el Real Madrid de Zidane y Ramos y el de Beenhakker, Buyo y Chendo
Para encontrar un Madrid más sólido defensivamente que el actual hay que retroceder 32 años en el tiempo, hasta la temporada 87-88
Para encontrar un Real Madrid más sólido en defensa que el actual hay que retrasar el reloj 32 años, hasta la jornada 33 de la Liga 1987-88. En aquel equipo el portero era Paco Buyo y la defensa titular más habitual la formaban Chendo, el actual delegado, Tendillo, Sanchís y Camacho. A falta de cinco jornadas para terminar el campeonato ese Madrid había encajado sólo 20 goles y Buyo había mantenido su portería impoluta en 18 ocasiones. Una más de las 17 que ahora firma Courtois, el último ladrillo en la muralla que ha edificado Zidane en busca de su segundo título liguero.
Sólo 21 goles ha encajado este Real Madrid de ZZ, que transita por la mejor racha de resultados del curso (seis triunfos consecutivos) y que sólo ha concedido dos tantos desde que se entró en la nueva normalidad. Únicamente el Eibar y la Real Sociedad saben lo que es marcar al Madrid tras el confinamiento, mientras que Getafe, Valencia, Espanyol y Mallorca no han sido capaces de doblegar a Courtois. Zidane reconoce que les falta algo de fluidez en ataque, pero al mismo tiempo se congratula de cómo sus chicos están sudando la camiseta cuando no tienen el balón. El francés se refiere siempre al equipo, al grupo y al convencimiento de todos de que la Liga es posible. «El míster nos habló de ir a por los 33 puntos en la reanudación del campeonato y en eso estamos», reconocía Carvajal. El lateral hizo cientos de kilómetros por su banda ante el Getafe para casi en el minuto 80 encontrar el premio del penalti de Olivera.
El vestuario es una piña y se nota a la hora de defender. Lejos quedan los tiempos en los que Cristiano iba a más de un gol por partido y era un poco lo de menos dejar la portería propia algo descuidada. Ahora la plantilla es distinta y sus virtudes, también. Por eso hay que apoyarse en Sergio Ramos para ser un bloque sólido y poder rentabilizar mucho mejor los arranques de genio de Benzema. Este Real Madrid defiende como un equipo humilde en el mejor sentido de la palabra. No es raro encontrar a Vinicius trabajando en el área propia, y ante el Getafe se pudo ver bien entrada la segunda mitad cómo Casemiro cedía un córner sobre la línea de fondo después de ir al suelo como si fuera la última acción del choque.
No se le caen los anillos al líder de la Liga, que va camino de darle a su portero el trofeo Zamora. Courtois está mostrado un nivel altísimo, totalmente opuesto a las dudas que asaltaban al belga al comienzo del curso. Delante de él, Ramos y Varane han sido titulares en los seis encuentros tras el COVID-19, algo que quizá pueda cambiar mañana, porque el francés tiene un golpe en las cervicales y hay poco tiempo de recuperación.
En la derecha, Cavajal es un pulmón, y en la izquierda se reparten el trabajo Marcelo y Mendy, cada uno con sus virtudes, pero siempre bastante frescos. Aquel Madrid de Beenhakker, campeón de Liga en 1988, acabó con 26 goles en contra y todavía pudo terminar otros dos partidos con la portería a cero para llegar a los 20 encuentros sin recibir. El equipo actual tiene a tiro mejorar esos números y quedarse con esta Liga del coronavirus que el vestuario quiere sí o sí.
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