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F.C. Barcelona

¿Ha mejorado Setién los números de Valverde en el Barcelona?

El técnico tiene hoy contra el Villarreal una "final" en lo personal y para el equipo

Barcelona - Athletic Club
Quique Setién conversa con su segundo, Éder Sarabia, antes del partido contra el Athletic en el Camp NouAlberto EstévezAgencia EFE

«Estamos en desventaja, pero nos queda Liga», dice Quique Setién. Se agarra a las matemáticas en un momento en el que todo parece a punto de explotar en el Barcelona. Se le escapa el Real Madrid semana tras semana, se enfada Messi por la marcha del equipo y pone en jaque a toda la entidad, según la «Ser», al paralizar su renovación; la situación del fichaje estrella, Griezmann, es delicada después de haber empezado en el banquillo los tres partidos más delicados del equipo tras el regreso y la continuidad del técnico, que tiene contrato hasta el verano de 2021, año de elecciones en el club, está cada vez más en entredicho, con la sombra de Xavi acechando. Se defiende Setién ante los micrófonos: «Messi está bien, en las especulaciones ni entro ni salgo», dice del «10». «Griezmann está bien, he intercambiado algunas palabras con él. Es un grandísimo profesional, en el fondo puede entender esta situación, es un chaval extraordinario, extraordinariamente profesional y no le va a afectar para cuando tenga que jugar», afirma del francés. «Respecto a mí no gasto ni un segundo en pensar qué puede pasar. Ya he vivido otras veces esto, los entrenadores no podemos controlarlo. Es el circo en el que estamos metidos. Sé que hay ruido, pero estoy centrado en lo que estoy centrado», desvela sobre sí mismo.

En el césped tiene más complicado defenderse porque los resultados no acompañan, y esa es la ley de los preparadores, y más en equipos de primer nivel: si no ganas, te despiden. Y el Barça tampoco ha perdido desde el regreso del confinamiento, pero empate a empate se le está marchando la Liga. Es como una agonía. Tampoco el juego está siendo brillante y si bien pudo ganar en Vigo o Sevilla, también pudo perder al desaprovechar los rivales (Reguilón y Nolito) opciones claras en el descuento. Los números no ayudan al entrenador. Llegó en enero con la promesa de jugar bien, pero ni lo ha conseguido ni ha mejorado lo que estaba haciendo Valverde. Con el «Txingurri» el Barcelona sumó 40 puntos de 57 posibles, 2,10 por encuentro, lo que le sirvió para ir líder cuando lo despidieron, con una mínima ventaja sobre el Madrid. La dinámica con Setién ha sido parecida: 30 puntos de 42 posibles en 14 encuentros, 2,14 puntos por jornada. Más o menos igual y con la misma tendencia a domicilio, donde sólo ha ganado al Mallorca y al Betis.

«Creo que nos ha venido bien el parón», dijo Setién tras la vuelta a la actividad después de que el coronavirus detuviera la vida de los ciudadanos. Pero no acertó. Sí le ha venido bien, en cambio, al Villarreal, el próximo rival, que no ha perdido en las seis jornadas disputadas (cinco victorias y un empate) y es el segundo mejor equipo en este tramo después del Real Madrid. Lo tiene todo el partido para ser una tortura para el Barça: como visitante, contra un oponente que está en la parte alta de la tabla (ha jugado ya en el campo de ocho de los diez primeros clasificados y sólo ganó al Atlético y al Getafe, ambas con Valverde) y que además está en un buen momento. Si no logra la victoria, ni las matemáticas van a servir ya como chaleco salvavidas.