Selección Española
¿Qué fue de los héroes de España en el Mundial de Sudáfrica?
Varios de los campeones en 2010 siguen en activo
Estos son los jugadores que disputaron la final del Mundial de Suráfrica y así les ha ido después:
Casillas, ¿futuro presidente?
El hombre que levantó la Copa y que paró un mano a mano a Robben con 0-0, para dejar otra de las imágenes del partido, siguió haciendo historia con la selección y con el Real Madrid. Ganó la Eurocopa en 2012 y es de los que estuvo en los tres títulos seguidos de la Roja. Ha sido 167 veces internacional, sólo superado ahora por Ramos. En el equipo del Bernabéu fue el portero de la Décima Champions, la de la reconquista de Europa, y después empezó su aventura en el Oporto, donde ha estado cinco años y vivió el susto de su vida al sufrir un infarto el 1 de mayo de 2019. Ya se ha retirado, aunque no lo ha hecho oficial, y mostró su intención de ser presidente de la Federación. No parece que sea en los comicios de este año, pero ¿por qué no en el futuro?
Puyol, el hombre ejemplar
Cuando a un ex compañero o rival se le pregunta por Puyol es difícil que de su boca no salgan palabras de admiración. Era un futbolista ejemplar, un líder por su manera de jugar y su compromiso. Su cabezazo ante Alemania es historia del fútbol español, en el mejor partido que hizo el equipo de Del Bosque en el Mundial de Sudáfrica, del que disputó todos los minutos. El central aguantó con la selección hasta la Eurocopa de 2012 y después puso fin a su carrera internacional. Pertenece al club de las 100 partidos con la Roja. Siguió en el Barça hasta 2014. Demasiadas heridas para el «guerrero» le llevaron a la retirada. Montó una agencia de representación de jugadores, camino que ya ha dejado. El año pasado dijo «no» a ser director deportivo del Barcelona.
Piqué, futbolista y empresario
La cita de Sudáfrica era su primer gran campeonato con la selección, que considera «su casa» después de haber pasado por todas las categorías inferiores. En Johannesburgo ganó un Mundial y un amor, pues allí empezó su aventura con Shakira. A Piqué le rompieron el labio y la ceja en ese campeonato. Echó sangre por la selección. También conquistó la Eurocopa 2012, para después convertirse en protagonista extradeportivo. La crisis catalana y sus palabras pidiendo que se dejara votar en el referéndum de independencia le convirtieron en el centro de la diana: le pitaban en España incluso cuando vestía la Roja. Sigue jugando en el Barça y amplía su faceta en el mundo de los negocios: la empresa que preside ha sido la que ha creado la nueva Copa Davis de tenis.
Xavi, el director de orquesta con futuro en el Barça
Del triunfo de España se recuerda sobre todo el qué: campeones; pero también el cómo: la manera de jugar que creó escuela y se convirtió en referente para selecciones como Alemania (ganó el siguiente Mundial) o Inglaterra, que habitualmente apostaba por otro tipo de fútbol. Era el famoso estilo, y si se habla de estilo se habla de Xavi. El centrocampista era el que marcaba el ritmo, el que dirigía la orquesta, el que conectaba todo. Ya lo había hecho antes en el primer Mundial que ganó España, aunque fuera el sub'20 en Nigeria. Jugó 133 partidos con la absoluta y en la Eurocopa de 2012 dio otra lección, sobre todo en la final. Con el Barça aguantó hasta 2015 y ganó la Champions de nuevo. Se fue a Qatar a jugar. Ahora entrena allí. En un futuro lo hará en el Camp Nou.
Iniesta, un ídolo hasta en Japón
Que el gol de la final del Mundial lo marcara Iniesta tiene algo de justicia poética, porque el futbolista que pone de acuerdo incluso a los aficionados del Real Madrid y el Barcelona. No tiene enemigos el jugador manchego, un Fred Astaire con el balón en los pies: me voy por aquí... No, por allá, y así como si nada, como si fuera fácil, con un radar en la cabeza para saber dónde estaba el compañero mejor colocado. 131 veces vistió la camiseta de España para ganar todo lo que se podía ganar. Después de Sudáfrica siguió exhibiendo su calidad con la Roja y con el Barcelona, hasta que llegó un momento en el que decidió irse a Japón, al Vissel Kobe, donde sigue jugando. Como no podía ser de otra manera, allí también es un ídolo.
Villa, de profesión goleador
Se fue Villa de la selección tras el Mundial de 2014 y todavía se habla de él. Bueno, en realidad tuvo algún partido más con España porque Lopetegui lo volvió a llamar en 2018. Y es que la Roja echa en falta un goleador como él, gran protagonista del Mundial en el que España tocó la gloria. Porque si el equipo de Del Bosque jugaba bien, tenía la pelota, dominaba a los rivales, necesitaba a alguien que culminara las jugadas, y el asturiano anotó siete goles en Sudáfrica, los que permitieron al equipo nacional seguir avanzando. La Eurocopa de 2012 se la perdió por lesión, pero hubiera estado seguro. Tras la Copa del Mundo fichó por el Barcelona y ganó la Champions en 2011. En los últimos años ha marcado goles en Nueva York y Japón, hasta retirarse en 2019.
Torres, un “Niño” especial
Torres disputó el Mundial de Sudáfrica porque se empeñó en hacerlo. Un mes antes estaba con muletas tras una operación de rodilla, pero Del Bosque decidió esperarlo porque sabía que era un jugador especial. Y en la última jugada de la final contra Holanda, ahí estuvo él como paso previo al gol de Iniesta. Él ya había marcado otro tanto legendario, el que dio a España la Eurocopa de 2008, y fue el máximo goleador de la de 2012. En 2014 volvió al Atlético tras pasar por el Liverpool, el Chelsea y el Milan y pudo lograr otro sueño: ganar un título, la Liga Europa, con el club de su vida. Se retiró en Japón en 2019.
Cesc, un pionero y un histórico
Cesc Fàbregas sigue jugando al fútbol en el Mónaco, tercer país que está disfrutando de su calidad. Sin hacer mucho ruido, es pura historia del fútbol español, porque supera los cien partidos con la Roja y porque marcó el penalti ante Italia en la Eurocopa de 2008 que liberó a la selección de la maldición de cuartos y porque dio el pase a Iniesta en el gol del Mundial. Es, además, un pionero, porque con 15 años se marchó al Arsenal desde la cantera del Barça y luego se convirtió bien pronto en capitán. Volvió al Camp Nou, donde se quedó a medias, y Mourinho también lo quiso para su Chelsea. Por algo será.
Navas sigue corriendo
España era una selección de toque, de control, de juego de posesión en el Mundial de Sudáfrica. Eso como primera opción. El plan B era Jesús Navas, un futbolista incansable que corre y corre por la banda. Y que sigue corriendo, porque a sus 34 años en el Sevilla, el club que le vio nacer, continúa siendo un jugador referente. Le queda gasolina para rato. Antes se marchó al Manchester City con Pep Guardiola. Y quizá su historia con la selección todavía no ha terminado, porque Luis Enrique ha contado con él en varias ocasiones. Pero es que se lo gana en el campo.
Capdevila, un trabajador impecable
El que recuerde un error de Joan Capdevila en el Mundial de Sudáfrica que levante la mano. Ni uno cometió, un trabajador envidiable de esos que todo entrenador quieren. No estuvo en las Eurocopa de 2012, pero sí llegó al Mundial. Después vivió con la maleta hecha, pues terminó de jugar en el Villarreal y se fue al Benfica, el Espanyol, el North East United de la India, el Lierse belga y el Santa Coloma de Andorra. Siempre con una sonrisa dispuesto a frenar al rival o a atender al periodista. Ha vuelto al Espanyol para ser un portavoz y acaba de vivir un capítulo amargo con el descenso del conjunto «perico» a Segunda.
Pedro, la revolución canaria
Nunca había sido internacional, pero Del Bosque lo llamó para jugar el Mundial de Sudáfrica. Y no fue de relleno. Es más, en la semifinal contra Alemania (partido en el que fue el más destacado) y en la final contra Holanda lo puso de titular. Como Navas, aportaba la otra cara de la selección: la de la velocidad y el desparpajo. Llegó a la selección porque en el Barcelona era un pieza fundamental del equipo que montó Guardiola. Siguió participando con la Roja en la exitosa Eurocopa de 2012 y también en los menos agradables Mundial de 2014 y Euro de 2016. Hasta este año ha jugado en el Chelsea y ahora se va a la Roma.
Busquets continúa por delante de la jugada
Busquets era un novato en el Mundial de 2010 y tras la derrota ante Suiza, le llovieron las críticas a él y al seleccionador. Del Bosque zanjó la polémica: «Si fuera jugador, querría ser Busquets». Y lo mantuvo en el campo al lado de Xabi Alonso, para montar un centro del campo irrepetible. Todavía es un referente en el equipo nacional, ahora con Luis Enrique, y también es un futbolista indiscutible en el Barcelona. Su cabeza es su principal argumento: puede que sea algo lento y que le falte gol, pero va constantemente por delante de las jugadas. Su inteligencia táctica lo hace único. Organiza el ataque y la defensa. Va a estar en la Eurocopa en el verano de 2021.
Xabi Alonso ya era entrenador en el campo
Xabi Alonso estuvo en la Eurocopa de Luis en 2008 como jugador «número 12». No era titular, pero sí importante. Con la llegada de Del Bosque al banquillo se convirtió en imprescindible. Al lado de Busquets tenían una doble labor: crear juego y ser el cinturón de seguridad. Daban equilibrio. Aparte su calidad con los pies, su gran arma era su cabeza. Centenario con la selección y ganador del triplete Eurocopa-Mundial-Eurocopa, Xabi aprendió de los mejores, de Mourinho en el Madrid a Guardiola en el Bayern. Por eso y por su manera de entender el fútbol estaba destinado a ser entrenador, puesto que ejerce ahora en la Real Sociedad B.
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