La explicación de por qué McLaren arruinó la carrera a Carlos Sainz en Austria

El secreto del éxito de un piloto de Fórmula 1 está en muchos detalles, factores, circunstancias, pero, sobre todo, en un buen equipo. Todo se resume ahí. En un grupo que sea capaz de hacer un buen coche en la fábrica, en un conjunto que ejecute bien las virtudes del monoplaza en el circuito y finalmente, en un buen piloto que sepa aplicar bien toda esta labor. Sin embargo, cualquier pequeño fallo de toda esta compleja cadena de trabajo acaba con cualquier esfuerzo en la pista. Y esto fue lo que le ocurrió a Carlos Sainz en el Gran Premio de Estiria, Austria, que albergaba por segundo fin de semana consecutivo una prueba más del calendario de la F-1. El madrileño arrancó desde el tercer puesto en parrilla de salida después de marcarse una sesión de clasificación el sábado bajo la lluvia de esas que dejan huella y ponen las cosas en su sitio. Pero en Spielberg lució el sol y en la salida el madrileño poco pudo hacer frente al empuje de los pilotos que el sábado no le superaron. Bottas y Albon, con Mercedes y Red Bull, respectivamente, lo adelantaron en los primeros giros. Realmente, su carrera, ante tanta superioridad, no era esa sino lo que venía por detrás con los Renault y Racing Point. Sainz optaba a la quinta plaza y a sumar un buen número de puntos, sin embargo, la única parada en boxes prevista por su estrategia resultó un fiasco. Una operación que ya no debe tardar más de dos segundos se convirtió en una parada de siete, un problema que acabó con todas sus opciones. La rueda trasera izquierda se atascó a la hora de salir y los mecánicos tardaron más de la cuenta en resolver el inconveniente. Sainz fue superado por varios rivales, se metió en tráfico y ya no pudo más que remontar hasta el noveno lugar, y todo eso con suerte después del abandono de los dos Ferrari al principio de la prueba.

Dos segundos

El pasado año McLaren fue el cuarto mejor equipo en eficacia a la hora de cambiar neumáticos, sólo por detrás de Red Bull, Williams y Ferrari. Se trata de un proceso complejo que los equipos entrenan hasta la saciedad y donde todo está muy medido. En cada rueda intervienen tres personas más una de apoyo por si falla la operación. Otros dos mecánicos se encargan de levantar el coche con gatos y, además, cuentan con otros dos compañeros con gatos de repuesto por si acaso. Otras dos personas sujetan el coche por ambos lados y, si el piloto lo pide, otro puede ajustar la graduación del alerón delantero a golpe de pistola con el giro ya programado.

El récord lo tienen en la actualidad Red Bull y Williams con paradas en boxes con una duración de 1,9 segundos. Desde que prohibieron los repostajes la «carrera» por hacer la parada más corta ha evolucionado hasta la búsqueda de la milésima. De hecho, en las simulaciones matemáticas de los equipos cuentan con este tiempo para optar por una estrategia u otra según como vaya la carrera. Las pistolas tienen láser para ajustar rápidamente, y las tuercas se quitan y ponen de forma automática en la pistola, que ha aumentado su velocidad de giro también. McLaren tendrá que mejorar.