Messi, explotado tras el confinamiento

Sólo cuatro jugadores que no son porteros han disputado todos los minutos en los nueve partidos posteriores al confinamiento: Vezo, del Levante; Albiol, del Villarreal; Diego Carlos, del Sevilla; y Leo Messi, del Barcelona. Tres de ellos son centrales y sólo uno de ataque... «Seguramente Messi también tiene que descansar», admitió Quique Setién tras el partido con el Valladolid. Pero no vio la oportunidad de sustituirlo aunque fuera un rato por lo apretado del marcador. Así ha sido en realidad en todos los partidos en época de coronavirus. El Barcelona ha ganado seis y ha empatado tres. Curiosamente, no ha ido ni un segundo por detrás en el marcador, pero pocas veces ha tenido una jornada tranquila. La primera contra el Mallorca (0-4) y hace algo más de una semana contra el Villarreal (1-4), que sí fue el día en el que el «10» podía haber parado un rato, pues justo antes del descanso llegó el 1-3 y así se mantuvo prácticamente toda la segunda parte.

«Luis Suárez tiene que estar siempre en el campo», dijo Setién hace unos días. Pese a que el uruguayo está lejos de su mejor forma, su capacidad goleadora está haciendo sumar al equipo, pero el día del Valladolid empezó en el banquillo. «Algún día tenía que descansar», justificó el técnico, con razón. Setién ha tenido que manejar una plantilla corta en esta miniliga de once encuentros, en la que además ha tenido las lesión de larga duración de De Jong y, recientemente, la de Griezmann, y alguna más corta como la de Sergi Roberto. Canteranos como Riqui Puig o Araújo han aprovechado la situación. El preparador cántabro no ha repetido los mismos once jugadores en ningún partido y ha cambiado varias veces el esquema: del 4-3-3 clásico al que mostró en Villarreal con Messi en la mediapunta, los tres defensas en el arranque ante el Valladolid o los cuatro centrocampistas contra el Atlético. Sea como sea, Leo ha estado siempre en el campo, pese a que contra el equipo del Cholo vio su cuarta amarilla, a una de la suspensión. También ahí ha aguantado. Los entrenadores y los médicos estaban avisados del riesgo de lesión y de la necesidad de las rotaciones, pero para la estrella azulgrana lo lógico es que llegue ya en las pequeñas vacaciones que tengan al acabar la Liga, o incluso el domingo si el Madrid fuera ya campeón y Leo tuviera el Pichichi asegurado (ahora le saca tres goles a Benzema).

Las muestras de fatiga de Messi ante el Valladolid fueron evidentes, por eso Setién admitió que le vendría bien un parón. Por mucho que sea un futbolistas liberado del trabajo de presionar y que sepa dosificarse durante los partidos, en el José Zorrilla estuvo demasiado estático en la segunda parte y sólo arrancaba cuando lo tenía claro. El Barça no llegó a generar ni una ocasión de gol en esos 45 minutos, después de un primer tiempo notable, y por segundo partido consecutivo acabó atrás, defendiendo el 1-0. Los números hablan de un bajón goleador de Leo posterior al confinamiento, con sólo tres dianas, dos de ellas de penalti. Marcó en el partido del regreso contra el Mallorca y en el siguiente contra el Leganés. Estuvo tres en blanco, sumó desde los once metros contra el Atlético y ahora lleva otras tres jornadas sin ver portería. Eso no le ha impedido ser importante en el ataque de los suyos: dos asistencias contra Mallorca, Celta y Villarreal y una ante el Athletic, el Atlético y el Valladolid le llevan a los 21 pases de gol en esta Liga, un récord. El Barcelona peleará hasta el final, pero parece que no va a ser suficiente para ganar un campeonato que el Real Madrid tiene en su mano. Sin Messi descansado es casi imposible que le dé al equipo para la Champions, la bala que le queda para no cerrar la temporada sin títulos.