MotoGP: la eterna juventud de Valentino Rossi a los 41 años

V alentino Rossi lleva veinticinco temporadas consecutivas compitiendo en Jerez. Tantas, que el ganador de la carrera de ayer no había nacido cuando el italiano se estrenó en este circuito en la carrera de 125cc de 1996. Un desafío contra el paso del tiempo que le está costando mucho últimamente a «Il dottore», aunque ayer vio un poquito de luz al final del túnel. Rossi volvió a subirse al podio 470 días después de la última vez. Una espera demasiado larga para un mito que acumula 9 títulos mundiales y que con el de ayer ha visitado el cajón 199 veces en la clase reina. Por fin pudo sentirse otra vez suficientemente competitivo y lo celebró a lo grande, aunque las gradas del trazado Ángel Nieto estuviesen vacías.

Hasta los genios como él a veces tienen dudas y por eso el resultado conseguido le ayuda a seguir creyendo en lo que hace. «La decisión de continuar el curso que viene ya estaba tomada, pero estas cosas son importantes», confirmaba sonriente. Dio las gracias a su equipo más cercano, encabezado ahora por un español, David Muñoz, que se ha formado en la estructura del VR46. Ha tenido que escuchar últimamente que su estilo de pilotaje ya no estaba vigente y que debía fijarse en cómo conducían la Yamaha Quartararo y Viñales. Ha aceptado con mucha grandeza un papel más secundario en el campeonato, pero ayer en Jerez volvió a ser él.

Consiguió una buena posición en parrilla y eso le permitió ponerse segundo muy pronto y no tener que sufrir en el pelotón. Con pista libre tuvo buen ritmo, aunque es cierto que se vio beneficiado por la rotura de motor de Bagnaia y Morbidelli, precisamente dos de sus alumnos en el rancho. Ha encajado con humildad su descenso, a partir del curso que viene, al equipo Yamaha Petronas, porque todavía siente que debe seguir en el deporte que él ha hecho grande.

Había perdido un poco la moral después de un curso pasado en el que no era lo suficientemente rápido. Confiesa que no disfrutaba por su falta de competitividad. Ahora vuelve a sentirse importante y confía en que si con las condiciones abrasadoras de Jerez acabó segundo, podrá mantenerse arriba en Brno y Austria, que es lo que viene.