Vuelta a España

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Vuelta a España 2020: Una Vuelta bajo cero

La climatología es la gran dificultad añadida a la pandemia. Los ciclistas tienen que afrontar ya el primer día la subida a Arrate

Los corredores de Movistar se preparan para salir a entrenar en los alrededores de Irún
Los corredores de Movistar se preparan para salir a entrenar en los alrededores de IrúnKiko HuescaEFE

La Vuelta adelgaza y se protege para enfrentarse a la nueva realidad. La pandemia le quitó tres etapas, la esperada salida en Holanda, y el paso por Portugal. La organización trabaja por si la climatología obliga a modificar el recorrido. La nieve que adorna el Tourmalet, la cima a la que la Vuelta llega el domingo, es la principal preocupación, aunque las previsiones son optimistas.

La Vuelta reduce etapas y reduce su población. Las tres jornadas que se iban a disputar en los Países Bajos no se han sustituido y la organización, que ha lanzado la campaña #LaVueltaencasa para que los aficionados extremen las precauciones y vean la carrera por televisión, ha eliminado por este año la caravana publicitaria, la Vuelta Junior y el Parque Vuelta, el lugar de reunión para después de la etapa en el que los patrocinadores multiplicaban las actividades para los aficionados.

La Vuelta también ha restringido la presencia de público en las llegadas en alto y ha dispuesto un laboratorio móvil en el que trabajarán 18 profesionales sanitarios y preparado para hacer entre 700 y 750 pruebas diarias. Los corredores vivirán en una burbuja aislada del exterior, más parecida a la del Tour que a la del Giro, que ha resultado menos protectora, y se someterán a pruebas PCR periódicas. En la primera tanda ningún ciclista ha dado positivo, sólo dos auxiliares, uno de Bahrain-McLaren y otro de Sunweb han resultado positivos entre los 498 análisis efectuados, que fueron aislados inmediatamente.

Todo es diferente. En lugar de la típica contrarreloj, los ciclistas se enfrentan ya el primer día a la subida a Arrate. Pero hay cosas que no cambian, como la presencia de Alejandro Valverde. El murciano disputa su decimocuarta Vuelta, la única grande que ha ganado y la que siente, realmente, como su casa. De las trece anteriores sólo abandonó en una, la primera. Y de las otras doce, sólo una la terminó fuera del «top 10», la de 2016, cuando completó las tres grandes y la Vuelta, en principio, no entraba en el calendario previsto.

Alejandro sigue siendo la referencia del ciclismo español, aunque desde hace años comparte el liderato en su equipo. Antes, con Nairo Quintana y Mikel Landa; ahora, con Enric Mas y Marc Soler. «Pienso en mí y en los dos corredores que tengo a mi lado. Tanto Enric como Marc están muy bien y cualquiera de los tres si consigue ganar sería la leche», confesaba Alejandro en la rueda de prensa telemática del equipo Movistar.

La referencia la tienen en el Tour, donde participaron muchos de sus rivales en esta Vuelta: Roglic, Dumoulin, Carapaz, Pinot... Y Froome, que se quedó fuera de la carrera francesa. «Son corredores que están en forma y lo pueden hacer muy bien. Tenemos que buscar el máximo y los tres estamos capacitados para acabar lo más delante posible», admite Valverde.

Froome es una incógnita, incluso para sí mismo. «Habrá que ver en las primeras etapas las sensaciones que tengo. Es difícil saber dónde estoy en este momento, porque no he hecho muchas carreras por etapas recientemente. Después de las primeras jornadas tendré una estrategia más precisa para el resto de la carrera», admite el británico, que disputa su última cita con el Ineos, el equipo con el que ha ganado cuatro Tours, dos Vueltas y un Giro.

El gran favorito es Primoz Roglic, que defiende el título y lucirá el número 1. «Estoy contento de volver a España. Tácticamente afrontaremos la Vuelta igual que el Tour, con un gran equipo a nuestro alrededor. Con Tom Dumoulin el equipo tendrá dos opciones y veremos en la carretera cuál es la mejor», asegura.

Pero la mentalidad para todos es diferente. «Es una Vuelta muy exigente y, desde el primer día se puede perder. Tenemos que ir pensando día a día. Con la climatología y conforme está todo no sabemos hasta dónde se puede llegar. Tenemos que tomarlo como si fuera una clásica cada día», asegura Valverde con el primer maillot rojo como objetivo.