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Koeman tiene un problema con los centrales en el Barcelona

La crisis económica impidió el fichaje de un defensa y ahora, con Araujo lesionado y Lenglet tocado, ha tenido que jugar ahí De Jong

De Jong trata de quitarle el balón a Vladyslav Supriaha en el partido de Champions entre el Barcelona y el Dinamo de Kiev
De Jong trata de quitarle el balón a Vladyslav Supriaha en el partido de Champions entre el Barcelona y el Dinamo de KievEnric FontcubertaEFE

«Lenglet tiene unas molestias físicas», admitió Ronald Koeman. Y por eso el central francés empezó en el banquillo ante el Dinamo de Kiev, pero tuvo que forzar el último cuarto de hora y salir al campo. El plan del entrenador holandés contra los ucranianos no salió como estaba en su cabeza. «Esperábamos un partido que se jugara mucho en campo contrario y al final no ha sido así, pero lo aprovechamos de entrada», dijo el preparador del Barça para explicar la presencia de De Jong de nuevo como defensa. El holandés se incorporaba al ataque en las posesiones para tratar de atraer jugadores y generar superioridades, pero no terminó de funcionar porque el equipo quedó descubierto y no corrió bien para atrás. Mal en la presión, el Barcelona fue cazado a la contra como en sus peores tiempos y sólo las paradas de Ter Stegen en su reaparición tras tres meses de baja evitaron el tropiezo. No es buena señal que el portero tenga que participar tanto, por mucho que demostrara que no va a necesitar un periodo de adaptación. Descoordinado, sufrió mucho el equipo español y Koeman tuvo que rectificar y meter a un futbolista «tocado», como era Lenglet, al final.

Esto es sólo un reflejo del problema que tiene el equipo con los centrales, todo derivado de la crisis económica que atraviesa el club por culpa de la pandemia y que necesita soluciones urgentes, como la rebaja salarial de la plantilla, que está en plena negociación y para la que ambas partes se han dado más tiempo. La consecuencia es que la planificación no ha sido la deseada y el cambio anunciado a gritos después del desastre de Lisboa contra el Bayern no tomó forma del todo. Sí están empujando los jóvenes, como Ansu y Pedri, pero faltan piezas. Quería Koeman un «9» y no lo tuvo. Quería un central y todo apuntaba al regreso de Eric García, y tampoco llegó, pese a que la operación con el Manchester City tampoco iba a ser desorbitada. «Hemos intentado mejorar la plantilla y en algunas cosas lo hemos logrado y en otras no, pero también es parte de la situación económica del club. Hay que aceptarlo y trabajar», admitió el entrenador al cierre del mercado de fichajes. Koeman no se corta ante los medios y con naturalidad dice lo que piensa y lo que todos ven, aunque haya quien se lleve las manos a la cabeza: que Griezmann tiene que meter más goles, que Ansu Fati debe mejorar la concentración o que el rendimiento de Messi puede mejorar... Aunque cuando ha dicho eso lo ha acompañado de un «estoy contento con la actitud», en el caso de las estrellas consagradas, y un «es increíble lo que hace» del canterano que acaba de cumplir 18 años y ya es titular en el Barça.

En los puestos de ataque mueve mucho el equipo el técnico, pero en defensa no puede. Sergi Roberto y Dest sí rotan en el lateral derecho, y el estadounidense además da descanso a Alba en la izquierda, con Júnior olvidado... Como en el limbo está para el centro Umtiti, siempre lesionado. La presencia de Araujo alivió, pero el canterano, con un buen rendimiento, se lesionó ante la Juve y entonces sólo quedan dos y la opción de emergencia de De Jong.

Gerard Piqué lo ha jugado todo en Liga y sólo se perdió el partido de Turín ante la Juventus por sanción, mientras que Lenglet ha participado en todos los encuentros, salvo el del Sevilla por la tarjeta roja que vio en la jornada anterior ante el Celta de Vigo. El parón de selecciones le puede venir bien a Koeman para recuperar defensas, pero antes tiene que jugar contra el Betis y no puede fallar tras cuatro tropiezos.