Obituario
Pedro Fernández. Cuando daba miedo jugar en Granada
El futbolista paraguayo, fallecido el sábado, es el jugador con más partidos en la historia del club en Primera División
El Granada disfruta esta temporada de su primera participación en Europa, pero su séptimo puesto del curso pasado no es su mejor clasificación en Liga. En los años 70 fue sexto en dos ocasiones, en parte gracias a futbolistas como Pedro Fernández, la leyenda del club fallecida el sábado a los 74 años.
Fernández, nacido en Paraguay (Concepción, 1946), llegó a Granada en 1969 después de pasar por el Barcelona. Y en Los Cármenes encontró su casa. Es el futbolista con más partidos en la historia del club en Primera División. Fueron 170 en siete temporadas. Las dos últimas de las nueve que jugó en Granada las disputó en Segunda División y esos partidos le convierten también en el extranjero que más partidos ha jugado con el equipo en todas las categorías.
Después de su retirada se quedó a vivir en Granada, donde ha fallecido, y donde se le recuerda por la durísima pareja que formaba con Aguirre Suárez. Por allí andaba también Montero Castillo, el padre de Paolo Montero, el uruguayo que tantos años jugó en la Juventus.
En aquella época, sin tanta vigilancia de la televisión y con árbitros más permisivos, había futbolistas que tenían miedo de ir a jugar a Los Cármenes. Para la historia queda la terrible lesión de Amancio por una entrada de Fernández en 1974. El madridista ya era un futbolista veterano, tenía 34 años, y nunca volvió a ser el mismo. Fernández, que ni siquiera vio la tarjeta amarilla en el partido, fue sancionado después con 15 partidos.
“Amancio no me perdonó. Intenté hablar en varias ocasiones con él y no quiso. Son cosas que pasan en el fútbol”, reconocía Fernández el año pasado en una entrevista en El País. Y tiene razón. Años después públicamente el exjugador madridista calificó a Aguirre Suárez y al propio Fernández como “hijos de puta”. “La entrada fue una canallada”, ha dicho.
Las diferencias entre Fernández, Aguirre Suárez y Amancio venían de lejos. En el 71, después de una bronca del extremo gallego con varios jugadores del Granada, Fernández salió en camilla y con oxígeno del Bernabéu. “Me patearon de todos lados y me partieron los dientes”, reconocía el paraguayo.
Eran otros tiempos, en los que el fútbol, como la vida, era más duro. Aquel equipo quedó para la historia como el mejor Granada de siempre. Fernández era fundamental en aquel equipo. Parte de la historia que ahora se marcha. “Nos deja una leyenda del club, quien pasó sus últimos días en Granada y siempre se sintió muy unido a la institución. El Granada CF quiere trasladar su pesar y consternación a su familia. DEP”, lo despedía el club en un comunicado público.
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