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Deportes

La crítica de Iker Casillas al Real Madrid

El portero mira hacia atrás y aún recuerda con dolor cómo se marchó del Santiago Bernabéu

El ex portero del Real Madrid, Iker Casillas asiste a la presentación en Madrid este miércoles de la serie documental sobre él titulada "Colgar las Alas". EFE/J.J. Guillen
El ex portero del Real Madrid, Iker Casillas asiste a la presentación en Madrid este miércoles de la serie documental sobre él titulada "Colgar las Alas". EFE/J.J. GuillenJ.J.GuillenAgencia EFE

Iker Casillas, ex del Real Madrid y del Oporto, está presentando el documental que ha grabado con Movistar acerca de su despedida del fútbol tras el grave susto que le dio el corazón. En él hace repaso de sus sensaciones, de todo lo que le provocó y de cómo le cambió la mirada hacia la vida. En una entrevista en El País Iker, además, también mira hacia el pasado, hacia ese capítulo que fue su despedida del Real Madrid, que tan mal sabor de boca le dejó.

Sus últimos años en el conjunto blanco fueron más que extraños, con un estadio dividido acerca de su valía y con una batalla mediática entre los que estaban a su favor y los que estaban en contra. Iker era el centro de la discusión, que empezó con Mourinho y que no acabó hasta que se marchó. Hoy, mira hacia atrás y considera que el club no actuó bien esa despedida: “El recuerdo de mi salida del Madrid. Creo que esa salida no fue acorde al club ni a un jugador que llevaba tanto tiempo. Me fui triste”, asegura. Se ha hablado que puede empezar a trabajar ahora en el Real Madrid, después de que su relación con Florentino Pérez haya mejorado. El tiempo lo cura todo: “Cuando me fui de aquí me fui triste, pero después de estos cinco años en Oporto he vuelto y siento mucho más cariño. Hoy en día en Madrid, allá donde voy la gente solo tiene palabras de agradecimiento”, dice en la entrevista.

Iker es sincero acerca de lo que sintió con el infarto: “Era como si intentara aprovechar el mismo aire que tenía dentro, como si mi cuerpo intentase sobrevivir respirando lo que fuera. Sentía un dolor tan fuerte en el pecho que parecía que me lo estaban aplastando. ¿Te imaginas estar sumergido en una piscina y que haya un cristal en la superficie que te impide salir?”.

Y cómo se sintió después: “Mi mayor frustración era que yo el día anterior estaba volando de palo a palo de la portería y al día siguiente no podía ni caminar los ocho metros entre mi camilla y el baño”.