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Real Madrid-Borussia (2-0): ¿Quién dijo drama?

El Real Madrid saca su mejor cara en el partido más importante. Impresionante partido de Luka Modric. A su alrededor giró todo el equipo, que pasa a octavos como primero

El Real Madrid saca su mejor cara en el partido más importante. Impresionante partido de Luka Modric. A su alrededor giró todo el equipo, que pasa a octavos como primero.
El Real Madrid saca su mejor cara en el partido más importante. Impresionante partido de Luka Modric. A su alrededor giró todo el equipo, que pasa a octavos como primero.AgenciasLa Razón

Esta temporada, al Real Madrid, a veces, dan ganas de mandarlo lejos o cogerle un momento y preguntarle qué te pasa, por qué haces eso. Pero otras, dan ganas de abrazarle o felicitarle o rendirse a su carácter y su fútbol. Suele suceder en los partidos importantes, como el que tocaba contra el Borussia, al borde del abismo, justo ese lugar en el que tan cómodos se encuentran la mayoría de futbolistas de este equipo blanco. Donde otros tiemblan y dudan y sienten cómo el miedo se apodera de ellos, los jugadores del Real Madrid bailan.

Lo hizo Modric, en un encuentro sensacional, de lado a lado del campo, siempre en el sitio correcto para robar, recibir, dar o rematar. El único jugador que ha conseguido quitar un Balón de Oro a Messi y a Ronaldo, un veterano absoluto a sus 35 años, pero al que aún le quedan algunos gotas con las que guiar el barco hacia el puerto correcto. Con el croata a tope y todo el equipo a un nivel que no se ha visto muchas veces durante este curso, el Real Madrid ya está en los octavos como primero de grupo. Ya ha mejorado la temporada y con la tontería, acaba la primera fase de la Champions en este mes de diciembre como el mejor equipo español de la competición. Era un drama lo que se podía vivir en Valdebebas. Era.

Fue un Madrid rápido, que presionaba, que jugaba a un ataque y que llegaba al área con peligro. Fue un Madrid que vio en la banda derecha un filón y por ahí mató al Borussia. Hay una jugada en el fútbol que pedurará por los siglos de los siglos, por más que lleguen entrenadores e inventen tácticas, intenten complicar lo que es simple o se pongan barrocos o estupendos. Un balón a la banda, un centro medido y un remate de cabeza. Julián García Candau decía siempre a los periodistas que empezaban: sujeto, verbo, predicado, que no se complicasen. A la banda, centro y remate. A veces los más sencillo es lo más efectivo y también, por cierto, lo más bello.

El primer balón lo puso Lucas Vázquez, que ha encontrado en la banda derecha un lugar en el que asegurar su futuro, puede que incluso en el Real Madrid. Hasta se puede discutir que Carvaja esté por delante de él en el equipo titular. El centro lo remató Benzema a la escuadra.

El segundo lo puso Rodrygo, como si fuera Míchel, cuando la banda derecha era su territorio y de ahí partían balones combados a la cabeza de Hugo o de quien pasase por el área. No es el más constante Rodrygo, pero tiene juventud y una clase para hacer fácil lo difícil que no se ve en casi nadie de su edad. El balón que le puso a, de nuevo, Karim fue una maravilla. Se sintió Santillana el delantero francés.

Todo el Madrid funcionó a la perfección. Kroos se adaptó al ritmo de Modric mientras Casemiro les guardaba la espalda. Hicieron un partido de esos que hace un par de años eran habituales. Detrás, Ramos y Varane, presionaban arriba para no dejar salir al rival. Desde el partido de Alemania sabía el Madrid que el Borussia es un peligro a la contra e intentó evitarlas. Hubo una en la primera parte, cuando Plea se plantó sólo ante Courtois y la pelota salió levemente desviada. Y algún ataque también en la sesgunda parte. Fueron peligrosos, pero anecdóticos. El ritmo del juego lo ponía el Real Madrid, yendo de lado a lado, casi siempre acabando en el lado derecho y con el objetivo de encontrar la portería rival.

No hubo, esta vez, desfallecimiento ni desgana o sentimiento de superioridad. El Madrid fue mejor de principio a fin y engañó al cansancio durante la segunda parte, pese a la paliza que llevaba encima. Pudo marcar de nuevo Benzema y también Sergio Ramos. Hasta pudo hacer un tanto Lucas Vázquez, pero mandó el balón al palo. Estaba roto: feliz.