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Real Madrid

La Champions, el reto más difícil

El conjunto blanco juega el miércoles la ida de los octavos contra la Atalanta, con ocho bajas y la probable de Benzema

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No es la primera vez ni la segunda que el mejor Real Madrid de Zidane aparece cuando más complicado se le pone todo. Está sucediendo esta temporada, ahora mismo: con una lista de bajas que casi supera la de los jugadores disponibles y cuando más lejos parecía LaLiga ha recortado siete puntos en un suspiro y sueña con todo. La mejora, además, llega justo cuando vuelve la Champions, donde, en la fase de grupos, recorrió el mismo camino al de LaLiga: dejarse llevar hasta el borde del abismo y una vez ahí, remontar hasta acabar primero de grupo. Es un grupo que sólo se motiva cuando se le pone a prueba. Es el riesgo el que le enciende. La competición europea llega a su momento culminante, en el que apenas hay espacio para resolver los errores o la desidia, pero también es donde se suele manejar mejor este grupo de jugadores si tienen hambre.

Aunque más que recuperar el hambre, el reto del Real Madrid es superar las bajas. En el club no tienen muchas esperanzas de contar con Benzema y todos saben que eso lastra el ataque. Nadie puede hacer lo que hace el francés y Mariano, su sustituto, es otro tipo de futbolista que no juega en la misma sintonía que los hombres del centro del campo. Sin embargo, hasta ahora, en LaLiga, las bajas no han supuesto un problema para conseguir resultados, porque el Real Madrid ha hecho de la supervivencia un arte.

El Atalanta va a medir si también en partidos de alto nivel y máxima responsabilidad se pueden seguir consiguiendo victorias pese a contar con sólo un futbolista de la primera plantilla en el banquillo. Pocas veces se ha enfrentado Zidane a un partido de la Champions con tan pocas opciones para elegir su equipo titular. Y sin margen para cambios de nombres tiene que exprimir a los que tiene y confiar en que su plan de ser ordenado atrás dé en Italia el mismo resultado que en España.

Así ganó LaLiga pasada, así se ha puesto en el cogote del Atlético y así quiere pasar el partido de la ida de los octavos. «Llegamos con tres porterías a cero, hemos ganado y estamos bien. Lo vamos a dar todo para intentar ganar, ojalá, y tener una buena posición para la vuelta», decía Courtois, uno de los principales protagonistas del buen momento de resultados del Real Madrid. No es un equipo brillante, le cuesta hacer oportunidades, pero cuenta sus últimos encuentros por victorias. Ha vuelto a ser el grupo de futbolistas unido por un objetivo y, sobre todo, que tiene un medio para conseguirlo: ser firme atrás y tener paciencia para que llegue una oportunidad, marcar y esperar a que llegue el final del encuentro. En la Champions, con el valor de los tantos en campo contrario, ese plan, si sale, abre todas las puertas.

El Atalanta no especula. Ha pasado su peor momento, que fue a finales de 2020, con Papu Gómez enfrentado al entrenador Gasperini. Papu ha llegado al Sevilla y el equipo italiano vive pensando en la portería contraria. En ocho encuentros de 2021 ha metido tres o más goles. Ha recuperado el pensamiento colectivo, pero sigue siendo un equipo irregular. Al Madrid le cuestan más los conjuntos que se encierran y el Atalanta no es de esos. Le va a proponer un partido a golpes, lo que no está claro es que el equipo de Zidane acepte el trato.

En LaLiga, el Madrid recibe 0,79 goles por partido. El Atalanta, 1,3. Sin embargo, en tantos marcados, el conjunto español tiene una media, en el campeonato nacional, de 1,75, mientras que el rival de la Champions promedia 2,2. Esas dos cifras definen a ambos equipos actualmente y el modo en que se toman los encuentros. No por nada, en cuanto Casemiro marcó el tanto de la victoria contra el Valladolid Zidane cambió el dibujo: mandó al centrocampista goleador a la defensa, lo situó entre los centrales y el Madrid pasó a jugar con tres atrás y dos carrileros largos. En la práctica, cuando el rival ataca, cinco defensas. Ya lo probó en el encuentro contra el Getafe, con Marcelo en el centro del campo y no sería una sorpresa que en algún momento del choque contra el Atalanta, volviese al dibujo si el resultado se pone a favor.

El choque es crucial para medir la capacidad del Real Madrid para superar los momentos más complicados (y pocos como este) y también porque, tras dos años cayendo en los octavos de final de la Champions, toca superar la eliminatoria cuando más deprimido parece el fútbol español al cruzar la frontera y medirse en Europa.