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El pasado futbolístico de Hasel: su padre fue presidente de la UD Lleida y juzgado por su quiebra

Ignacio Rivadulla fue absuelto pero la entidad quedó abocada a su desaparición y en el juicio salió a la luz su pésima gestión

Ignacio Rivadulla, a la izquierda, junto a una imagen de si hijo Pablo Hasel
Ignacio Rivadulla, a la izquierda, junto a una imagen de si hijo Pablo HaselArchivoLa Razon

Los “tuits” insultantes contra deportistas y clubes de fútbol no es lo único que vincula al rapero Pablo Hasel, encarcelado la pasada semana por los delitos enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y a las Fuerzas de Seguridad, con el deporte rey.

Su padre, el empresario Ignacio Rivadulla, fue presidente de la ya tristemente desaparecida bajo su denominación original Unión Deportiva Lleida entre los años 2007 y 2010. El padre de Hasél fue juzgado junto con el máximo accionista de la entidad deportiva, Tatxo Benet, por haber dejado al equipo con una deuda de 28 millones de euros, impagos y abocado a un concurso de acreedores. En 2015 el Juzgado Mercantil de Lleida declaró fortuito aquel proceso concursal del que la Fiscalía consideraba responsables a estos dos consejeros del club, que fueron absueltos. No obstante, durante el juicio salió a la luz la pésima gestión como presidente llevada a cabo por el padre del rapero encarcelado.

Una pésima gestión que acabó con el club

70 años de historia, con grandes recuerdos de la Primera División, acabaron en un juzgado. El juez eximió en 2015 de toda responsabilidad a los consejeros de la antigua Unión Deportiva Lleida y la institución fue liquidada con una deuda de 28 millones de euros. La Fiscalía había exculpado con anterioridad a todos los ex consejeros de la entidad excepto el que fue máximo accionista, Tatxo Benet, y el que era presidente, Nacho Rivadulla ( padre de Pablo Hasel). Pero finalmente, el juez también los eximió de cualquier responsabilidad. El verano de 2010 la Unión Deportiva Lleida se desvanecía por culpa de una situación económica insostenible. Sin embargo la justicia no hizo pagar a nadie por la deuda millonaria y proveedores, empleados y jugadores de quedaban sin cobrar lo que se les debía.

El equipo fue fundado en 1939 como Lérida Balompié, a partir de la unión de varios clubes de la ciudad. Sin embargo, no adquirió su estructura tradicional hasta marzo de 1947, cuando se unió a otro club ilerdense, Club Deportivo Leridano, para formar la entidad definitiva, que durante el franquismo se llamó Unión Deportiva Lérida, y en 1978 cambió a Unió Esportiva Lleida. En toda su historia, el club jugó dos veces en Primera División. Su debut fue en la temporada 1950/51, en la que terminaron colistas, y volvieron en el año 1993/94, quedando en penúltima posición.

El 25 de junio de 2010, el máximo accionista Tatxo Benet abandonó la gestión del club, y cedió todas sus acciones a la empresaria Annabel Junyent. Pocos días después, la UE Lleida declaró su concurso de acreedores, en un último intento para reflotar la empresa. Sin embargo, la nueva directiva no entregó en el plazo previsto un plan de viabilidad.

En el informe realizado para el concurso de acreedores, se estableció la deuda total de la entidad en 28 millones de euros, de los cuales la mitad correspondían a deudas con la seguridad social. Pero como no se entregó el plan de viabilidad, se decretó la liquidación de la Unió Esportiva Lleida y su desaparición. El último partido que disputó fue el 15 de mayo de 2011 contra el CE L’Hospitalet. Cuando terminó la temporada, se puso su plaza en Segunda B a subasta. Un grupo inversor liderado por empresario local Sisco Pujol la adquirió, y creó como sustituto el Club Lleida Esportiu.